La última colección de Le FLEUR* no viene a llorar un cierre. Viene a dejar claro por qué Tyler ha sido tan importante para la moda masculina durante los últimos años. “The Last Petal” es todo un repaso de todo lo que definió su universo: color inteligente, referencias preppy nada obvias y esa mezcla entre ingenuidad y precisión que nadie más supo trabajar igual.
Los looks hablan solos: El denim azul con cierres oversized no intenta reinventar nada; simplemente reafirma la estética que Tyler construyó pieza a pieza: infantil si lo miras de lejos, impecable si lo miras de cerca. La polo de rayas le da ese toque despreocupado que siempre equilibró su propuesta, como si el uniforme escolar hubiese pasado por un filtro californiano muy medido.
El bloque de camo ZAIRE, con bucket y shorts, retoma su habilidad para jugar con códigos que no deberían combinar y hacer que funcionen. Un jersey waffle al hombro, un verde lima que no pide permiso… Ese es Tyler: cero miedo al contraste, cero necesidad de justificarlo.
Luego están: la parka tipo manta, la boina verde oliva, el anorak floral que parece sacado de un archivo doméstico de los 70. No hay intención de sorpresa; hay intención de cerrar el círculo. Cada pieza parece decir: esto ya lo he hecho, y aún así merece quedar registrado.
Las fotos lo confirman: Tyler aparece en todas las versiones de sí mismo. El nerd elegante, el preppy suave, el chico que juega a disfrazarse sin caer en el disfraz. Toda la colección tiene ese aire de “esto es lo último, pero no lo tratéis como reliquia”.
La ropa funciona como recordatorio de que Golf Le FLEUR* nunca fue una marca que compitiera con nadie: fue un espacio muy personal que él abrió cuando quiso y cierra ahora con la misma calma. Y esta colección final lo deja claro sin discursos: el estilo de Tyler no termina aquí; simplemente deja de producir en serie.
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