Jun Takahashi reflexiona sobre la forma, la proporción y el cuerpo masculino de forma muy sutil.
Fundada en 1993 en el epicentro del punk tokyoíta, Undercover ha recorrido un largo camino desde aquellos días, rompiendo la norma del diseño desde su debut en París en 2002. Hoy, la marca no necesita levantar la voz para ser el centro de atención. Basta con torcer una manga, desplazar un cierre o dejar que una camisa cuelgue fuera de su eje, o poner una frase reveladora.
Fotografiada sobre un terreno rosa saturado y terroso, la colección pone el foco en la prenda: cómo se posa sobre el cuerpo, cómo se mueve, cómo sugiere sin ser algo forzado. Las tensiones visuales se construyen desde el volumen, no desde el adorno. No hay logos gritones ni prints excesivos: solo frases manuscritas, figuras cosidas y parches medidos. Es la estética del “casi no está”, pero que al mirar de cerca lo cambia todo.
Camisas oversized, blazers y pantalones fluidos que conservan su estructura gracias a elecciones inteligentes de tejido y proporción, cuellos mandarín y botones anudados introducen una energía casual. Vestirse cómodo, sí, pero también con intención. También aparecen nuevas versiones de los pantalones cargo, construidos en nailon técnico y pensados más para el movimiento que para la pose.
En definitiva, la nueva colección de Undercover es una respuesta lógica a la moda-espectáculo que hoy en día parece devorarlo todo. Así que en un momento donde todo compite por ser viral, Jun Takahashi nos ilustra con una colección donde el mensaje viene implícito.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…
