Valentino se adentra en su universo más bohemio con la nueva campaña dedicada a la Valentino Garavani Nellcôte — una oda emocional a la libertad, la espontaneidad y el magnetismo eterno de la música como lenguaje vital.
Bajo la visión de Alessandro Michele y el lente sutil de Julie Greve, la narrativa visual nos transporta a un imaginario festival indie: campo abierto, sol dorado, amigos entrelazados sobre el césped, compartiendo risas, hula hoops, abrazos y silencios. Todo vibra con una autenticidad sin filtro. Y ahí, como un testigo más de la historia, la Nellcôte. Cruzada sobre los cuerpos, fundida entre las escenas, transformada en objeto de deseo sin esfuerzo.
Inspirada en el mood de finales de los 60 y los primeros 70 —cuando el estilo era un reflejo emocional más que una tendencia—, la Nellcôte no es solo un bolso: es un archivo vivo de momentos. Acompaña en conciertos, se desliza por las calles de ciudad o descansa sobre la hierba post-festival. Es actitud. Es recuerdo. Es presente.
La familia Nellcôte continúa marcando el pulso de la Maison con su estética hippie-chic elevada. Esta temporada se expande con texturas que hablan: ante suave, espejos bordados, jacquares psicodélicos con patrones geométricos, flores bordadas en perlas multicolor y guirnaldas etéreas que parecen salidas de un diario íntimo.
Después de la introducción del tote mediano en la SS25, el otoño se llena de nuevos formatos pequeños en materiales inesperados como cuero de grano fino, suede profundo y bordados que coquetean con lo lúdico, como el motivo Cherryfic. Una colección pensada para quienes viven el estilo como una extensión de la emoción.
La Nellcôte no quiere gritar moda. Prefiere susurrarla entre acordes de guitarra, miradas cómplices y cielos que no necesitan filtros. Porque algunas piezas no se llevan, se sienten.
Fotos cortesía de Valentino
Garavani Nellcôte ya está disponible en la web oficial de Valentino.
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