Desvelando las nuevas piezas en la Riviera francesa.
En el tercer y último acto del revival más deseado, la embajadora e icono mundial se convierte en el rostro, cuerpo y actitud de una colección que no deja de florecer. Y el resultado es una campaña que destila lujo, fantasía y diversión a partes iguales.
Veinte años más tarde del primer encuentro entre Louis Vuitton y Takashi Murakami, la Maison reabre el portal hacia su era más colorida con una vibrante reinterpretación del célebre motivo de las cerezas sonrientes. Un total de más de 70 piezas que actualizan los diseños clásicos a través del imaginario del japonés, mientras que los nuevos objetos de deseo se materializan en formas inesperadas: una bicicleta, un abanico… y hasta una tumbona.
Entre las opciones favoritas destacan los mules en rabia con tacón en forma de cereza 3D; las sandalias Maya de plataforma o las sneakers blancas con bordados Cherry, además de los adorables charms y los pañuelos de seda.
Desliza la galería y descubre las imágenes de la campaña.
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