No es un personaje muy conocido por el público y lleva una vida discreta, pero la revista Forbes lo sitúa en la séptima posición de la clasificación de los más ricos de Francia. Nicolas Puech, que pertenece a la quinta generación de los descendientes de Thierry Hermès, fundador de la marca, es el principal accionista individual de Hermès y ha ocupado titulares en la prensa de medio mundo por una decisión poco habitual: quiere convertir a un exempleado suyo en el principal heredero de su fortuna.
El hombre que recibirá la herencia, de 51 años, originario de una familia marroquí «modesta» y casado con una española, trabajó durante años en casa de Puech realizando trabajos de mantenimiento y jardinería. Era su hombre de confianza y tejieron una larga amistad. «Lo considera como un hijo adoptivo», apunta el diario suizo La Tribune de Ginebra, que ha revelado la noticia.
El heredero de Hermès, de casi 81 años y sin hijos, está preparando todas las disposiciones de su testamento y planea adoptar legalmente como hijo al extrabajador para facilitar que su fortuna pase a sus manos sin trabas. El accionista de Hermès mantiene muy buena relación con el hombre y su esposa. No han trascendido más datos del exjardinero del multimillonario. Nicolas Puech reside en Suiza, en Valais, pero pasa temporadas en una mansión que tiene en Andalucía, cerca de Sevilla.
Puech lleva mucho tiempo enfrentado a su familia. Cuando LVMH adquirió una participación sustancial en Hermès en 2014, Puech se vio inmerso en una batalla con su familia. Más tarde abandonó el consejo de administración de la empresa. Con diferentes obstáculos y una mala relación con su familia, la decisión de Puech de dejar su fortuna al jardinero puede no ser tan absurda como se cree. Queda por ver cómo se desarrollará este asunto. Hermès no ha hecho comentarios al respecto.
Drake regala un bolso de Hermès valorado en 32.000 euros en un concierto.
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