Durante más de una década, Lana Del Rey ha sido un enigma envuelto en glamour y melancolía, una musa moderna que ha capturado la imaginación del mundo con su música y su estilo inconfundible. Desde su aparición en la escena musical en 2011 con «Video Games», Lana ha pasado por una evolución estética que es tan enigmática y atrayente como su propia música, una mezcla de influencias vintage y contemporáneas que ha dejado una marca indeleble en la cultura pop.
Cuando Lana Del Rey irrumpió en la escena musical, su estética se alineaba perfectamente con el sonido cinematográfico y nostálgico de su música. Con su característico pelo cardado y su maquillaje inspirado en la década de 1960, que incluía delineador de ojos y labios carnosos de un rojo intenso, Lana evocaba la imagen de una estrella de cine clásica de Hollywood. Su estilo, marcado por una melancolía etérea, la diferenciaba del resto y la establecía como un icono de la belleza.
A medida que su carrera progresaba, también lo hacía su estilo. En su álbum «Ultraviolence» de 2014, Lana adoptó una estética más cruda y oscura, reflejando el tono más sombrío de su música. Su look se volvió más minimalista, con una menor tendencia a la opulencia y más autenticidad. Optó por un maquillaje más natural, un cabello más desaliñado y unos looks inspirados en la década de 1970, con prendas bohemias y vintage que subrayaban su inclinación por la nostalgia.
Con el lanzamiento de «Honeymoon» en 2015, Lana regresó a sus raíces más maximalistas, pero con un toque más maduro, elegante y refinado. Su estilo incorporaba piezas de lujo vintage, como vestidos de encaje y joyería opulenta, siempre con un aire de misterio y sofisticación. La dualidad de su imagen – a la vez accesible y enigmática – seguía siendo su sello distintivo. En «Lust for Life», su quinto álbum de estudio, la cantante continuó actualizando sus orígenes.
El renacimiento del «Normcore»
En los últimos años, Lana Del Rey ha adoptado una estética más casual, que refleja un movimiento hacia la autenticidad y la simplicidad. En su álbum «Norman Fucking Rockwell!» de 2019, su estilo se volvió más relajado, con un énfasis en la belleza natural. Vimos a Lana en jeans, camisetas y vestidos florales, con un maquillaje más suave que resaltaba su belleza natural, dejando claro que el impacto de la artista neoyorquina en el universo de la moda y la belleza va más allá de su música.
En un mundo donde la estética y la identidad están en constante cambio, Lana del Rey sigue siendo un faro de originalidad y autenticidad. Su evolución estética es un testimonio de su habilidad para navegar el delicado equilibrio entre el pasado y el presente, entre la fantasía y la realidad. Su capacidad para reinventarse constantemente mientras mantiene su esencia deja claro que Lana del Rey continuará desafiando y redefiniendo las normas de la belleza y el estilo.
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