En la década de los 2000, El Niño marcó el zeitgeist de una generación. Su inconfundible logo: un muñeco enfadado que adornaba las camisetas de la mitad de jóvenes de España, se convirtió en el emblema de una generación, y una marca que nació dirigida a surferos especialmente pasó a ser tremendamente utilizada por los bakalas de la península. Hoy, cuando parecía que la marca estaba más muerta que viva, El Niño resurge de sus cenizas de la mano de Bershka.
La historia de la marca comienza en 1999 en Tarifa. Sus fundadores, el empresario alemán Herbert Neumann y el diseñador gráfico vasco Andoni Galdeano, se trasladaron a esta ciudad para dedicarse al surf y decidieron crear una marca de moda que reflejara su pasión. De hecho ‘El Niño’ toma su nombre del viento del Levante, que es el que atrae a surfistas de todo el mundo a estas playas. Ambos crearon una comunidad muy amplia, amante de los deportes acuáticos, que provocó la apertura de su primer punto de venta en Tarifa. Después, la marca ganó popularidad apareciendo en series de televisión, especialmente de Disney, lo que impulsó su expansión casi sin inversión. Sorprendentemente, su éxito no solo atrajo a los deportistas sino también a los canis del momento. Parece mentira, que una marca que nació con el propósito de retratar el espíritu del windsurf de Tarifa fuese un básico del armario bakala a principios de siglo.
En 2002, El Niño consolidó su presencia en el mercado al sellar un acuerdo de licencia con la sociedad de Javier Guerra, El Secreto del Mar. Este acuerdo permitió a la marca expandirse rápidamente y, en su punto más alto, El Niño contaba con setenta puntos de venta en El Corte Inglés, además de tiendas en diversas ciudades españolas como Madrid, Granada, Sevilla, Bilbao y San Sebastián. La marca alcanzó una red de distribución de más de 800 puntos de venta multimarca, lo que la convirtió en un icono de la moda urbana del país.
Sin embargo, su popularidad empezó a decaer, y la sociedad, que adquirió los derechos de producción y distribución de El Niño en 2002, enfrentó dificultades financieras y presentó un concurso de acreedores en 2014. Este evento marcó un punto de inflexión para la marca, que se vio obligada a cerrar y liquidar sus operaciones. La licencia entonces paso a manos de la lusa OSDM (O Segrego do Mar), pero El Niño ya no tendría la misma presencia que al comienzo de los 2000.
A pesar de ello, su legado sigue vivo entre los nostálgicos amantes de la estética Y2K, prueba de ello es que a finales de 2022 principios de 2023, El Niño vivió un resurgimiento e incluso la propia marca lanzó una colección ‘remember’, reviviendo las camisetas que llenaban nuestros cajones cuando teníamos 15 años, despertando así el gusanillo de muchos de los que llevábamos al niño enfadado en nuestras carpetas de instituto y nuestra ropa. Y Rosalía, parece pertenecer al club de los fieles seguidores de El Niño, pues el 2 de Febrero de 2023 se la vio con una camiseta de la marca en uno de los posts que incluyó a su dump.
Ahora, BERSHKA recupera este espíritu de nostalgia de la Y2K era y crea junto a El Niño una colección que cuenta la historia de la moda urbana española, trayendo de vuelta los recuerdos y estilos que definieron una era. Todas las prendas y accesorios de la colección en colaboración con El Niño están disponibles en www.bershka.com y en tiendas físicas seleccionadas de BERSHKA.
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