John Galliano ha anunciado que deja Maison Margiela, cerrando uno de los capítulos más emocionantes, sin ninguna duda, de la moda de nuestros tiempos. Vamos a echar la vista atrás para recordar sus diez años de la teatralidad que ha definido la alta costura actual de Maison Margiela.
Galliano venía de pasar unos años complicados tras su escándalo en Dior en 2011, cuando fue acusado de lanzar comentarios antisemitas en La Perle, un de los cafés más míticos de París. Pero cuando en 2014 Margiela anunció que él sería su nuevo director creativo, todo el mundo estaba expectante: ¿Cómo iba a encajar este genio del maximalismo en una marca tan minimal? Spoiler: lo hizo de maravilla.
Con su primera colección, Artisanal Primavera/Verano 2015, dejó claro que respetaría el rollo experimental y discreto de Margiela, pero con su propio twist: prendas deconstruidas, materiales locos y ese toque teatral que solo él sabe dar. Galliano usó la línea Artisanal para dar una lección de cómo hacer alta costura que molara de verdad. Sus diseños eran puro ingenio: abrigos que se convertían en vestidos, prendas hechas con materiales reciclados… Él demostró que no solo se trataba de hacer ropa, si no de contar historias. ¡Y vaya si lo logró! Siempre con un toque de drama.
En la colección Primavera/Verano 2021, se asoció con el cineasta Nick Knight para crear un fashion film. Esta unión entre Galliano y Knight redefinió la manera de presentar colecciones en plena era digital y post covid, llevando la alta costura directamente a las pantallas de millones de personas alrededor del mundo. «La moda es mucho más que ropa, es arte, narrativa y cultura.» La visión de Galliano se hizo aquí aún más evidente: la ropa se convierte en una extensión de la narrativa visual. Cinema Inferno, Nighthawk, su Artisanal Collection 2024, la caminata viral de Leon Dame para la Primavera de 2020… todos esos momentos estelares nos han hecho trasladarnos a otros mundos, a otras narrativas.
Galliano también logró conectar con las nuevas generaciones sin perder de vista la esencia de Margiela. Los clásicos como los Tabi boots recibieron un reboot espectacular: versiones transparentes, pintadas a mano, con glitter… se han convertido en piezas icónicas y deseadas por todos. ¿Y qué me decís del vestido papal de Rihanna? Ese look, inspirado en la iconografía religiosa, y en un diseño suyo en Dior, fue una obra maestra que le volvió a consolidar como un genio de la alta costura de nuestro tiempo que sabe perfectamente unir iconografía pop con una perfecta maestría en el trabajo de costura.
Ahora que Galliano se despide de Margiela, el reto está en ver quién puede continuar con esta mezcla de arte y teatralidad en la marca. Pero una cosa está clara: su paso por Margiela ha marcado un antes y un después.¿Y ahora qué?¿Abrirá su propia marca? ¿Se reinventará de nuevo? ¿Le volverán a abrir las puertas de Dior? Lo único seguro es que John Galliano no ha dicho su última palabra, y nosotros estaremos aquí para verlo en el próximo capítulo de su historia.
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