Lo llamaron el festival de influencers, una pasarela más que una cita musical. Y sin embargo, contra todo pronóstico, Coachella 2025 demostró que sigue siendo el epicentro de la cultura pop global. A pesar de las críticas por un line-up que muchos etiquetaron como “el peor line-up todos los tiempos”, las cifras no mienten: más de 125.000 asistentes diarios, livestreams con audiencias récord y momentos virales que definieron el fin de semana. La estética boho-chic resucitó entre la arena del desierto, mientras que el minimalismo post-pandémico se abrió paso entre las celebrities. Si te lo perdiste por culpa del jet lag o simplemente decidiste mirar hacia otro lado, aquí están los momentos que redefinieron Coachella 2025. Spoiler: no todo fue postureo.
1. LORD(E) HA VUELTO — VERANO 2025 ES OFICIAL
Fue un TikTok de 15 segundos el que desató la locura. Y tres días después, la teoría se confirmó: Lorde subió al escenario como invitada sorpresa durante el set de Charli XCX, para soltar un verso inédito sobre el remix de “Girl, So Confusing”. Más que una colaboración, fue una ceremonia de traspaso: la reina del verano británico pasando la antorcha a la neozelandesa, quien dejó caer, casi sin querer, que su cuarto álbum está al caer. ¿El resultado? Uno de los momentos más virales del fin de semana y un nuevo capítulo para Lorde que ya se escribe en mayúsculas.
2. JUDELINE: DEL SUR DE ESPAÑA AL MUNDO
La actuación de Judeline fue, sin exagerar, un momento histórico. La artista gaditana debutó en Coachella con un show que fusionó electrónica experimental, raíces andaluzas y estética futurista en partes iguales. Vestida de negro absoluto con detalles artesanales de inspiración flamenca —firmados por diseñadores emergentes españoles—, Judeline rompió cualquier expectativa, dejando claro que el nuevo pop viene del sur. Su interpretación de “Canijo” fue una catarsis colectiva y, según medios estadounidenses, uno de los descubrimientos más potentes del fin de semana. ¿Lo mejor? Su interpretación del tema ‘The Climb’ de Miley Cyrus.
3. GAGA VS. GAGA — UNA PARTIDA DE AJEDREZ EN EL DESIERTO
Lady Gaga regresó al desierto californiano para firmar lo que muchos ya llaman GagaChella 2.0. Y no decepcionó. Durante casi dos horas, la artista trazó una línea temporal entre sus múltiples eras, dejando que sus distintas versiones compitieran por el trono. El clímax llegó con “Poker Face”, cuando Gaga —literalmente— jugó una partida de ajedrez contra su yo del pasado, en un claro guiño a Alexander McQueen y su mítico desfile SS2005. Estética maximalista, teatralidad y mensaje: Gaga se enfrentó a sí misma… y ganó.
4. EL MITIN MÁS COOL DEL AÑO: BERNIE x CLAIRO
Sí, ese fue Bernie Sanders en el Outdoor Theater. Y no, no fue un holograma ni una performance artística. El veterano senador apareció en persona para lanzar un discurso de alto voltaje político dirigido a la Gen Z, horas después de su mitin en L.A. Con palabras dirigidas directamente contra la administración Trump y en favor del voto joven, Bernie captó la atención del público justo antes de presentar a Clairo, quien entregó una actuación tan íntima como incendiaria. Un crossover inesperado que dejó claro que, en 2025, la política y el pop están más entrelazados que nunca.
5. CACTUS JACK x VETEMENTS
Coachella ya no es solo música. Es marca. Y nadie lo entendió mejor que Travis Scott. Sin confirmación oficial hasta último momento, el rapero convirtió el Empire Polo Club en su propio parque temático: un mini estadio de fútbol en colaboración con Nike, zapatillas edición limitada y un salón de tatuajes pop-up firmado por Vetements. En medio del desierto, la toma de poder de Cactus Jack fue total, difuminando los límites entre moda, deporte, arte y cultura urbana. El hype se materializó, y por momentos, parecía que todo el festival giraba en torno a él.
6. GREEN DAY — PUNK ISN’T DEAD
Cuando Green Day tomó el escenario como headliner del sábado, pocos esperaban que fuera un set político. Pero los californianos tenían otros planes. Durante “Jesus of Suburbia”, Billie Joe Armstrong modificó la letra para denunciar el genocidio en Palestina, provocando una mezcla de ovaciones y silencio expectante. Luego, en “American Idiot”, el famoso verso cambió para atacar directamente la agenda MAGA. Fue un momento crudo, incómodo, necesario. Coachella, una vez más, sirvió de megáfono para voces incómodas. Y Green Day demostró que el punk sigue siendo resistencia.
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