La colección continúa escribiendo la historia de invierno de la Maison.
Sean Thomas ha sido el encargado de capturar la pureza del paisaje helado y la sofisticación de Chanel, dando vida a una historia donde el frío, en lugar de combatirse, se habita con estilo. Musa japonesa de belleza serena y magnetismo natural, Komatsu encarna el espíritu de COCO NEIGE, que desde su lanzamiento allá por 2018 centra todos sus esfuerzos en alcanzar la fusión exacta entre el rendimiento técnico y el savoir-faire de Chanel.
«Quiero combinar los looks con piezas sorprendentes y divertirme con el estilismo», explica la actriz japonesa, confirmando la naturaleza particularmente adaptable de la colección.
Este invierno, la paleta cromática se desliza entre el rosa escarchado, el verde pino y el azul marino profundo, con toques luminosos en crudo y negros iridiscentes. Las siluetas, arquitectónicas pero suaves, reescriben el vestuario alpino siguiendo las directrices inconfundibles de la Maison.
Destaca una chaqueta de tafetán acolchado en rosa a juego con un gorro de piel de oveja; un cárdigan multicolor sobre unos pantalones técnicos; un traje en tweed verde y morado; y un jersey de cachemira en tono crudo adornado con lazos negros. Así, la colección COCO NEIGE celebra la dualidad entre lo gráfico y lo etéreo, con contrastes generados por el blanco y el negro y detalles atrevidos.
«Creo que la coexistencia de la elegancia y la comodidad refleja con precisión el espíritu de CHANEL. Al igual que Gabrielle Chanel mostró cómo vivir libremente sin dejarse atrapar por las convenciones, creo que esta colección expresa la fuerza interior equilibrada con la comodidad y la belleza. Esta libertad que buscaba Gabrielle Chanel sigue muy presente hoy en día», concluye Nana Komatsu.
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