Después de meses de especulaciones, Roberto Cavalli ha confirmado un acuerdo con Tomorrow, el servicio de distribución con sede en Londres, que asumirá la distribución global de la primera línea del brand a partir de la FW26.
El movimiento busca fortalecer la presencia internacional de la maison y apuntalar su posicionamiento en un mercado cada vez más saturado, desmintiendo así los rumores de una venta inmediata. Según el comunicado oficial, el objetivo de la colaboración es «impulsar el crecimiento global del brand«, no cambiar su propiedad. Pero el contexto financiero de Cavalli sigue siendo delicado.
Cifras que no cuadran
A pesar de los esfuerzos por relanzar la marca desde su adquisición por parte del empresario dubaití Hussain Sajwani en 2019, los números siguen en rojo.
El balance de 2024 se cerró con pérdidas de 23,3 millones de euros, frente a los 20,3 millones del año anterior. Los ingresos netos subieron ligeramente a 79,3 millones, pero el valor de producción cayó a 93,2 millones, mientras los costes operativos se mantuvieron cerca de los 116 millones.
La división de licencias comerciales, uno de los pilares del negocio, se desplomó un 55 %, generando apenas 5,5 millones de euros. Las reservas, reducidas hoy a 33,4 millones, apenas cubren parte de un pasivo que ronda los 53 millones.
Moda, lujo… y ladrillos
Sajwani, propietario del grupo Damac Properties, no solo controla la marca de moda, sino también los proyectos inmobiliarios que llevan su nombre, como la espectacular Cavalli Tower de Dubái.
Según varios informes, el empresario estaría valorando desprenderse del negocio de moda para concentrarse en su imperio inmobiliario, cuyo portafolio supera los 16 mil millones de euros.
Cavalli se ha convertido así en un nombre que vende apartamentos antes que vestidos, símbolo de una era donde el lujo se expande más allá de las pasarelas.
El desafío creativo
Desde 2020, Fausto Puglisi lidera la dirección creativa, acompañado desde 2023 por el CEO Sergio Azzolari, ex Tod’s y Dsquared2. Las colecciones han recibido buena prensa, y colaboraciones como Cavalli × Skims han acercado la marca a nuevas audiencias. Sin embargo, los resultados financieros no reflejan el mismo entusiasmo.
Con la entrada de Tomorrow, se espera una estrategia más colaborativa y global, apostando por sinergias entre moda, cultura pop y distribución digital.
Un mercado sin espacio para todos
El caso Roberto Cavalli refleja una realidad más amplia, la moda de lujo vive una saturación estructural. Ni el legado histórico ni la nostalgia parecen suficientes para sostener una maison en un ecosistema dominado por conglomerados, influencers y tendencias fugaces.
Mientras tanto, las piezas vintage del brand siguen siendo objeto de culto, incluso más que las colecciones actuales.
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