Barneys New York podría ser el próximo en unirse a la lista, cada vez más extensa, de tiendas en quiebra.
Los motivos principales de esta crisis en la compañía de ropa de lujo son dos. El primero, son los altísimos precios de los alquileres de sus tiendas. El segundo, internet, ya que su competencia es mayoritariamente online (Net-aPorter, RealReal.com) y no tienen que hacer frente a la primera dificultad.
Parece que todo podría resumirse en que sus tiendas físicas son el verdadero problema de Barneys. Tiene ubicaciones en los distritos más elegantes de ciudades como Boston, Beverly Hills, California y Nueva York.
Según CBS, solamente el alquiler para su escaparate de Manhattan en Madison Avenue le costaría 30 millones de euros. El aumento de los precios de los arrendamientos podría eliminar por completo las ganancias de la compañía, 850 millones al año.
El minorista, de casi 100 años de antigüedad, está trabajando para prepararse para una posible quiebra que se presentaría en las próximas semanas. Pese a esto, la decisión final todavía no está tomada.
Si finalmente Barneys se declara en bancarrota sería una de las víctimas más importantes de la desaceleración en el comercio minorista. Sears Holdings, Toys «R» Us y Gymboree Group ya lo hicieron el año pasado. Parece que ni los grandes almacenes, de lujo o no, son inmunes a la feroz competencia del comercio online como Amazon.
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