El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel causada por una infección bacteriana que ocurre en los folículos pilosebáceos. En estos folículos se va acumulando sebum y al mismo tiempo, hay una obstrucción del folículo por las células muertas que impide la salida de esa grasa, generándose una situación ideal para la proliferación de los microorganismos: “El problema radica en que las preparaciones clásicas para el acné adolescente no sirven para las pieles más maduras, pues las resecan en exceso y requieren de cuidados que no aumenten las impurezas o brillos en la piel” – nos comenta Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma cosmética Nezeni Cosmetics.
“En primer lugar, evita los cosméticos muy grasos y maquillajes que no dejen respirar tu piel. Tampoco busques únicamente aquellos con acción equilibrante pues la piel también necesita hidratación, ni intentes explotar los granitos, sólo conseguirás extender la lesión y que aparezcan marcas o cicatrices”. Aunque el sol ayuda a secar estas lesiones y las mejora, hay que tomarlo siempre con protección oily free, sin por supuesto abandonar el cuidado diario, ya que las lesiones aparecerán con más intensidad después. Los principales factores que provocan el acné tardío son la actividad hormonal (menstruación), el estrés, ciertos fármacos, cosméticos y maquillajes no adecuados o bien factores hereditarios.
Es muy importante abordar el cuidado de la piel con diferentes técnicas para conseguir los mejores resultados: “Primero hay que realizar una minuciosa limpieza de la piel con productos que además de limpiar y retirar las impurezas de nuestra piel, ayuden a hidratar y calmar, por ejemplo un gel limpiador y un tónico. Además, regularmente se debe realizar algún tratamiento facial para evitar que el acúmulo de las células muertas bloquee los folículos pilosos, ya que pueden obstruir la salida del sebum y favorecen la aparición de nuevas inflamaciones”.
Entre los ingredientes naturales que debemos buscar en nuestros cosméticos de uso diario están por ejemplo el té verde, la raíz de regaliz o el bakuchiol, un complejo vegetal de origen oriental que tiene acción astringente, antiinflamatoria y antibacteriana: “También recomendamos los preparados a base de liposomas, que además de equilibrar nos ayudan con la flacidez, las arrugas y los poros dilatados”. Muy importante hacer hincapié en la paciencia y constancia que se requiere para llevar un tratamiento, debiéndonos fijar nuestro objetivo a medio-largo plazo.
Algunos productos que recomendamos son: Gel para granos localizados «Dot the Spot, de Oddities«, una loción de noche «Clear-Out de Clarins», el sérum que rejuvenece mientras perfecciona «Sérum Age-Purify Intensive Double Correction de Filorga», el sérum efecto goma de borrar «Sérum Primary Solution de Valmont», «Loción purificante y equilibrante a las resinas tropicales de Sisley», el suero nocturno antiacné y antienvejecimiento «Pure Shots Night Reboot de Yves Saint Laurent», la mascarilla que limpia en profundidad «POREfessional Deep Retreat de Benefit», el mejor para acelerar el proceso de cicatrización «Roll-On Spot S.O.S de Germaine de Capuccini», limpiador 3 en 1 «White Tea Skin Solutions Gentle Purifying Cleanse de Elizabeth Arden».
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