En la industria de la moda actual, cada vez es más creciente la preocupación por los temas en relación a la sostenibilidad, la transparencia y la trazabilidad. De hecho, las marcas se jactan constantemente de presumir y anunciar sus opciones para remar a favor de obra. Algunas acciones bien hechas y otras no tanto, cayendo en el greenwashing.
Los consumidores, por su parte, se encuentran con una barrera a la hora de obtener información sobre los métodos de produccion. La opacidad en las prácticas de las grandes empresas es una realidad y resulta difícil obtener información sobre qué, cómo y de dónde es lo que compramos.
Trazabilidad y transparencia: dos conceptos claves para lograr la sostenibilidad
Según Fashion Revolution, la transparencia en la industria de la moda significa “compartir información sobre las cadenas de suministro, las prácticas comerciales y los impactos de estas prácticas en los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente”. En cuanto a la trazabilidad, la define como “tener conocimiento y control de cada una de las partes del proceso de producción de una prenda”.
Tanto la trazabilidad como la transparencia son principales motores de una moda más sostenible y justa. Solo sabiendo trazar el producto desde sus orígenes se puede conocer mejor tanto los aciertos como los fallos en el modo de producción. Del mismo modo que ser transparente como marca implica publicar toda esa información del proceso de producción. Sólo así, se permite saber a los consumidores qué están comprando exactamente.
La realidad en la industria
Según el mismo informe 2022 de Fashion Revolution en el que estudia las 250 marcas y minoristas más grandes del mundo, el progreso en la transparencia en la industria sigue siendo demasiado lento. Las marcas lograron solo una puntuación promedio general de solo 24%, un 1% más que el año pasado.
Si hablamos de la trazabilidad en la cadena de suministro, el 50 % de las principales marcas aún no divulgan información sobre este tema, y solo un 48% lo hacen de sus fabricantes de primer nivel. El rastro de la prenda por ende, en la mitad de los casos, se pierde.
Parte del problema de la sostenibilidad en el mundo de la moda, nace de un desconocimiento del origen y los procesos de las prendas. Un desconocimiento que difícilmente cuesta solucionar por la opacidad en las prácticas de las empresas. Aunque la concienciación es cada vez mayor, y cada vez más de ellas trabajan hacia un conocimiento y visibilización, ejemplo de ello es el caso de marcas como Mango, que ha publicado recientemente el listado de sus fábricas tier 3. El año pasado ya publicó el de sus fábricas primer y segundo nivel (tier 1 y tier 2). Sin embargo, la mayoría de marcas aún no han dado este paso. Sigue sin ser suficiente.
Se le responsabiliza al consumidor de tomar mejores o peores decisiones en cuanto a sus compras. Sin embargo, no se centra la atención en arrojar luz a lo que ignora para convertirlo en un consumidor más consciente y responsable.
¿Quieres saber más sobre sostenibilidad? Puedes leer sobre ello en «¿Es elitista la moda sostenible?»
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…