Si estás activo en redes sociales, habrás notado que hay una tendencia de belleza que continúa dominando TikTok e Instagram: clean girl. Con más de 370 mil millones de visitas en TikTok, la tendencia se basa en una piel fresca y húmeda (sin imperfecciones aquí, por favor), cejas cepilladas, un rubor natural en las mejillas y una tez suave. Una piel sin manchas, sin granos, sin textura… estándares de belleza imposibles para la mayoría de los mortales. Hablemos pues de la jerarquía y privilegio de clase que subyace en el #cleangirl look y por qué es una tendencia de belleza problemática.
@millieleer
El primer problema de la tendencia es su nombre, que ya resulta discriminatorio. Si hay una «clean girl»(«chica limpia») por contraposición tiene que haber una «dirty girl»(«chica sucia»). Cualquier desviación a la tendencia se considera automáticamente “sucia». Llevar la cara llena de maquillaje o tener la piel texturizada parece desde este prisma menos deseable, y también te hace preguntarte si tener acné, cabello natural o incluso vello corporal te coloca en la categoría de «sucia». Una vez más, la estética castiga a quienes no encajan en esta idea tan específica de lo que significa «limpio».
La realidad es que la mayoría de personas cuentan con algún tipo de afección en la piel, sea cual sea su naturaleza. E incluso si te propones lograr una piel «impecable», derrochar en el cuidado de la piel no es una opción al alcance de todos. Los productos y marcas que normalmente se anuncian en TikToks de “clean girl” están fuera del alcance del individuo promedio. La tendencia establece una diferenciación de clases que resulta discriminatoria.
Las celebridades y ‘chicas limpias’ lideradas por Hailey Bieber -«clean girl» por antonomasia- diseñan su piel perfecta no solo con maquillaje. A través de tratamientos e intervenciones regulares pueden tener la cara deseada. Esto, automáticamente, genera frustración a todo aquel que no es capaz de permitirse estos tratamientos para tener esa idílica belleza “natural”. Y si hay algo que hemos aprendido de las redes sociales, es que todo lo que pretenda presentarse como «sin esfuerzo» siempre será «caro», «maquillado» o simplemente algo que requiere «modificaciones estéticas». Por tu bien, ¡aléjate de ese canon!
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