Ambientado en el bar Le China de París, Enfants Riches Déprimés (@enfantsrichesdeprimes) pinta un panorama que es todo menos optimista para la temporada FW23. El color negro con toques de rojo del espacio crean un ambiente romántico, melancólico y rebelde. El lugar perfecto para ir a una cita con la marca.
Hip-hop suena en pleno bar mientras dos grupos de hombres apuestan al Mahjong. La expectación en la sala es palpable, Luka Sabbat graba con su vídeo cámara todas las jugadas mientras esperamos a que empiece el espectáculo. Tras casi una hora de apuestas al juego de mesa asiático, el desfile comienza.
Lejos de lo que podría parecer por el recibimiento en Le China, La nueva colección del diseñador con sede en Los Ángeles Henry Levy nada tiene que ver con la cultura hip-hop. Más bien se trata de una oda a la estética dark soviet recurrente en la marca. Los modelos parecen recién llegados a una rave, en una colección donde priman los acentos de cuero, los looks de inspiración militar y las referencias góticas. Uno de los looks estrella de la colección fue un conjunto de ski que fue acompañado de dos skis a modo de cruz en la espalda del modelo.
La calidad híbrida y una sensación de elegancia sin pulir subrayada por el sutil choque de tejidos contrastados, celebra lo áspero y lo refinado. Las ideas se llevan a cabo con una fusión cuidadosamente elegida de suavidad y dureza aplicando siempre un riguroso estándar emocional. Las nuevas siluetas para hombre y mujer poseen la esencia de Enfants Riches Déprimés con inteligencia, sintiéndose frescas sin dejar de asentir a una necesaria oscuridad inherente a la marca.
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