Si traspasamos la pantalla de la vida real y nos adentramos en la inmensidad de internet, y en ese abismo virtual de tendencias, el #corecore se erige como el nuevo género de TikTok que podría representar el movimiento artístico de una generación en eterna búsqueda de la emoción y del sentimiento en medio de una realidad en la que es difícil escapar de la oscuridad o del nihilismo.
Esta nueva tendencia, reconocida como la más profunda de TikTok, proyecta un gran escaparate digital que expone desde recopilaciones anti-capitalistas hasta collages de vídeos que abordan temas conectados al zeitgeist como la soledad, la adicción, el cambio climático o la sobreestimulación de la tecnología moderna. Dentro de esa misma dimensión, se canalizan una serie de mensajes como “big corporations don’t care about you” que acusan otros tópicos latentes como la deshumanización del trabajo.
El #corecore se convierte así en un movimiento posmoderno en forma de retrato generacional activado por artistas o creadores de contenido que sintetizan fragmentos de sonido de podcasts, clips de películas y vídeos virales aleatorios en piezas audiovisuales en cohesión y armonía. Eso sí, sin perder el efecto “anti-estético” de esta nueva era romantizada por la decadencia y el feísmo.
@sebastianvalencia.mp4
DEL NICHO AL MAINSTREAM
A lo largo de los últimos meses, el hastag o término #corecore ha traspasado de la esfera nicho a la mainstream, habiendo acumulado más de 1.200 millones de visualizaciones a través de esos vídeos efímeros de segundos o de un minuto de duración diseñados para activar emociones dentro del bucle insensibilizador de los feeds.
Los conectados crónicos, que se enfrentan a esa existencia sobreexpuesta y sobresaturada, así como a ese sentimiento de nostalgia colectiva o de soledad, canalizan toda esa realidad o condición humana moderna en esos clips que yuxtaponen imágenes y sonidos, incluyendo discursos políticos o películas con las que transmitir algún mensaje o provocar algún tipo de reacción.
@masonoelle send me tiktoks u think i would like #capitalism #decay #fyp #Bye2020
Un ejemplo que podría vislumbrar todo ello sería el vídeo viral del considerado creador del “corecore”, Mason, en el que superpone clips de como hacerse millonario con imágenes de trabajadores de comida rápida tomando pedidos durante una inundación; poniendo en entredicho el sueño americano.
LA IRONÍA DEL #CORECORE
El debate que gira en torno a este concepto es precisamente el de haberse corrompido y/o haber desvirtuado su esencia. Si realmente el movimiento que impulsa todo esto es el de explorar el efecto negativo de la tecnología en la sociedad, al final, los jóvenes están utilizando la misma tecnología para expresar ese resentimiento. El sistema se alimenta desde dentro.
Se trata asimismo de una especie de meta-broma que ironiza con ese gran sistema basado en algoritmos que viraliza fugazmente estéticas en internet a través del término “core”, haciendo que todo esté de moda, y que al final nada realmente lo esté. Todo un abismo de micro-tendencias en el que el género #corecore podría prevalecer, o al menos tener efectos a largo plazo en una narrativa visual en la que ya no importa el esteticismo o la curación, si no el mensaje y el sentimiento que transmite.
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