Foot Locker x HIGHXTAR: la revolución del skate femenino

Durante décadas, el skate ha sido sinónimo de masculinidad, y su imagen se ha perpetuado a través de los medios de comunicación, la cultura popular y las marcas de moda deportivas. Pero a medida que la sociedad evoluciona, también lo hace este deporte de la mano de una nueva generación de skaters que están desafiando el statu quo, blandiendo sus tablas como instrumento de cambio y empoderamiento. A esa revolución se suma el retailer Foot Locker, contribuyendo al cambio dentro de la comunidad skater.

Mujeres de todo el mundo están reclamando su espacio en el skate, por eso desde HIGHXTAR nos hemos querido sumar al movimiento creando una editorial en colaboración Foot Locker en la que capturamos a las patinadoras de Dolores Magazine con la silueta Vans Knu Skool. Una actualización de la clásica Old Skool que viaja al pasado y funciona en el presente, recuperando los códigos de las zapatillas bajas de skate típicas de los 90 caracterizadas por tener un extra de acolchado.

El impacto de esta plataforma va mucho más allá, por eso queremos poneros en contexto. Dolores Magazine amplifica a las mujeres skaters, mostrando su talento y contando sus historias. Un espacio seguro y una ventana al mundo para la escena de skateboarding femenina. Con cada número, cuestiona las narrativas de los hombres que durante tanto tiempo han eclipsado los logros de las mujeres. Dolores no sólo documenta la historia, sino que le da forma.

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Pero la revolución no acaba aquí. Entra Foot Locker, que no solo es el lugar al que acuden las patinadoras OG para adquirir sus principales aliadas, sus sneakers. Sino que busca elevar la visibilidad de las mujeres en el skateboarding, contribuyendo a allanar el camino para un futuro más inclusivo y equitativo.

Gracias al apoyo de retailers como Foot Locker y la visibilidad de plataformas como Dolores Magazine, el skate femenino está derribando barreras de género. Juntas están demostrando que el skate no es sólo un deporte, sino un movimiento alimentado por la pasión y la perseverancia que tiene el poder de acabar con los estereotipos de género. Y a medida que más mujeres cogen sus tablas y patinan, no sólo están reescribiendo las reglas del skate, sino también las de la propia sociedad.