2017 parece de otra era, pero el Festival Fyre sigue siendo el epicentro de nuestra cultura pop con su legado imborrable. Un autobús escolar, colchones sin sábanas instalados en carpas de emergencia y un bocadillo de pan de molde con una loncha de queso fue la realidad que se encontraron al llegar a una isla privada de las Bahamas. Estos momentos están grabados a fuego en nuestra memoria. Aunque los asistentes originales vivieron un apocalipsis de condiciones, tal vez tuvieron la suerte de experimentar la versión moderna de Woodstock. Ahora, siete años después, la pesadilla se repite: el Festival Fyre vuelve.
A pesar de haber sido condenado a cuatro años y a pagar a sus inversores más de 20 millones de euros, Billy McFarland, está decidido a volver a intentarlo. McFarland publicó un anuncio en YouTube en agosto de 2023 anunciando el Fyre II, «un festival renovado basado en un plan de 50 páginas que, según dice, elaboró mientras estaba cumpliendo condena», adelanta el Wall Street Journal indicando que las posibles localizaciones: Honduras, Belice, Islas Turcas, Jamaica y Panamá. El ex presidiario ya ha vendido todas las entradas con precios que oscilan los 400 y los 5.000 euros.
McFarland promete que esta vez será diferente: está aliándose con empresas experimentadas que supuestamente minimizarán el caos. Pero si todo sale bien, ¿realmente los asistentes estarán contentos? Fyre Festival es ahora una marca que grita estafa y desastre. Las propuestas de McFarland como comedia de stand-up y «Karate Combat en la playa» suenan más bien a un aburrimiento total. ¿Por qué alguien pagaría para asistir a Fyre II a menos que esperara lo más caótico posible? Es difícil imaginar qué influencers, celebridades y músicos se arriesgarán a involucrarse esta vez.
Kendall Jenner, Bella Hadid, Hailey Baldwin y Emily Ratajkowski promocionaron el primer festival y vieron cómo sus reputaciones se desplomaban cuando se destapó la estafa. Nadie de su calibre se va a asociar con McFarland ahora, y probablemente tendrá problemas para reservar artistas después del fiasco con Blink-182. La única solución sería entregar una experiencia que supere la locura: convertir el evento en una «experiencia del Festival Fyre» aún más desquiciada, añadiendo agua contaminada, rociando a los asistentes veneno y liberando algún animal peligroso en la isla.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram