El primer día de Fashion Week siempre es emocionante, más aún si es el nuevo comienzo de una marca. Hoy ha sido el turno de un nuevo punto de partida para el hombre Gucci. Sabato De Sarno nos ha citado en la Fonderia Macchi de Milán para presenciar su primera entrega masculina en la gigante del grupo Kering. La colección masculina Otoño-invierno 2024 es un reflejo de la narrativa de Gucci Ancora que comenzó en el mes de septiembre con la colección mujer; una continuación de la nueva historia que el director creativo empezó a escribir hace un año para la casa italia; “una historia que es deseable coleccionar, no para un museo, sino para enriquecer la vida cotidiana”, la describe De Sarno.
¿No es el momento de que la moda masculina alcance nuevas sensibilidades y formas de expresión? Sabato de Sarno parece encontrar la respuesta poniendo frente a frente a la mujer y el hombre Gucci. Desde la propia colección hasta la escenografía, la banda sonora a cargo de Mark Ronson o el casting, el cual está lleno de caras desconocidas- 35 de los 56 modelos desfilan por primera vez-, cada elemento es un reflejo de lo que vimos y de las emociones que sentimos en Septiembre, aunque en esta ocasión desde la perspectiva de la moda masculina.
Aunque con nuevo enfoque, Gucci sigue poniendo de relieve la artesanía de los iconos de la casa. Una corbata estrecha y larga cuelga del cuello en muchos looks, mientras que las noches de fiesta, sudor y baile de las que habla De Sarno se materializan en la pedrería, que invade piezas cotidianas como pantalones o chaquetas. Al mismo tiempo, el monograma GG se ha reinterpreta desde una nueva perspectiva más actual. Aplicado sobre piel, lana o algodón, aparece ligeramente descuadrado y con un efecto sombreado, generando una sensación de profundidad.
“Una historia de riqueza y lujuria/deseo, de rojo”, en la que guantes, mochilas y bolsos adquieren protagonismo a través del color que el nuevo diseñador rescató de los archivos para darle una nueva vida. El tono Gucci Rosso cobra vida de nuevo en la pasarela, no solo en accesorios sino también en elementos de sastrería como trajes y chaquetas, así como en jerséis. “Pero también es una historia de azul y verde, de destellos, de espontaneidad, de luz…”, renovando el estado de ánimo del hombre Gucci, que juega con los contrastes fríos y cálidos.
De vuelta al reflejo del hombre Gucci en la mujer de la temporada pasada, los mocasines, grandes protagonistas de la Casa a lo largo de su historia, evolucionan a través del mismo enfoque. Si en la ocasión pasado alcanzaron nuevas cotas gracias a las grandes plataformas, aquí están inspirados los creepers con suela de goma crepé, dandole una versión más punky a un clásico. El bolso Jackie con el cierre de mosquetón extraído del archivo de la Casa también reaparece en una versión más grande, todo lo contrario que el collar Marina Chain, que ve reducido su tamaño.
“Es una historia de todo, de nuevo, pero esta vez expresado a través de la alegría”, concluye De Sarno en su nota. En definitiva, el Gucci de siempre, pero de nuevo; como una vuelta a empezar, como un nuevo comienzo. Un punto de partida que -por qué no- empiece por hacer felices a los hombres en su día a día, y sea capaz de cambiar su destino a través de una nueva forma de sentir, formal e irreverente a partes iguales; con un glamour sin precedentes, pero libre de prejuicios.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…