Una vibrante luz roja en el escenario sirvió de precedente de lo que sería la primera colección de Sabato de Sarno para Gucci, una nueva era para la casa italiana llenaba de grandes expectativas a la industria de la moda en Milan Fashion Week.

Todo empezó días antes del espectáculo y es que la ciudad se empapeló con el nuevo rojo burdeos insignia de la marca y la palabra «ancora» que significa «de nuevo» o «todavía» en italiano. Su doble connotación sentó la base de la relación del diseñador con Gucci. Sabato De Sarno es hijo de los 90. Sus primeras incursiones en la moda fueron respaldadas por la dominación mundial de Tom Ford. En Gucci, quiere devolver ese sentimiento a través de su renovada visión. «Quiero enamorarme de la moda, ancora. Todavía y otra vez», dijo el diseñador.

Con un vinilo de “Show Me Love” de Robin S. y Mothers Favorite Child y un brazalete con la palabra “ancora” y las iniciales de cada invitado, Gucci nos citó a las tres de la tarde, del cuarto día de la semana de la moda de Milán Primavera/Verano 2024, en el barrio de Brera, la zona de moda de Milán. Con un pequeño mensaje personal del diseñador en cada asiento que cerraba con “Es una historia de todo, otra vez, pero esta vez expresada a través de la alegría”, empezó el desfile con de ‘Late Night Feelings’ de Mark Ronson y ‘Loveher’ de Romy Madley Crof de fondo.

Solo con el primer look descubrimos la antítesis del Gucci retro y ecléctico que conocíamos hasta ahora. Esta nueva narrativa del diseñador abandona la extravagancia clásica de Gucci para inyectar frescura con cortes simples libres de adornos. Desde vestidos baby doll de estilo sesentero, hasta slip dresses lenceros de los 90, en esta nueva era predominan los tonos neutros, las texturas lisas, las combinaciones monocromáticas con puntos de color y como no, los clásicos de Gucci renovados como el bolso Jackie, el Bambú y el mocasín Horsebit.

Photo: Filippo Fior / Gorunway.com

Gucci Ancora by Sabato De Sarno

Es una historia sobre la alegría de vivir, sobre la humanidad, sobre la gente, sobre la vida real; una historia de pasión, de glamur irreverente, de provocación, de confianza, de simplicidad, de sentimientos y emociones inmediatas, de un tipo de arte concreto, de palabras; palabras en obras de arte, palabras en imágenes, palabras en espacios; palabras, simple y llanamente. Una historia de riqueza y deseo/lujuria, del rojo, pero también del azul y el verde; una historia de flashes, de espontaneidad, de luces, de una fiesta al amanecer.

Es una historia no oculta, una historia orgullosa, manifiesta, libre de tabúes –si bien a simple vista podrían parecer necesarios–, completamente libre y cargada de euforia. Es una historia de gente maravillosa y diversa; es un Getty Images de gente guay de todas las edades, y es inclusiva en cuanto que todo el mundo es bienvenido. Es una historia de cine, de mi querida Italia, de intelectuales, de viajes a lo largo y ancho del mundo, pero en los que uno se siente como en casa allá donde vaya.

Una historia de objetos: brillantes, tangibles y fríos al tacto, pero cálidos para cuerpo y alma; objetos de coleccionismo codiciados, no ya para exhibirlos en museos, sino para enriquecer el día a día. Es una historia de música y noches de fiesta, de sudor, de bailar y cantar; una historia de familia, de besos, montones de besos. Es una historia sobre todo, otra vez, pero ahora expresada a través de la alegría.