La colección SS24 de Jil Sander presentada en la Semana de la Moda de Milán redefine las formas de sus icónicas piezas replanteándonos el nuevo significado del minimalismo.
«La reina del menos es más», así definía la prensa a Jil Sander, la diseñadora alemana, que sentó las bases de la liberación femenina de los ochenta y que defendía el minimalismo. Puede que Jil Sander, la diseñadora, apostara por la estética clean, pero Jil Sander, la marca, va un paso más allá. Los nuevos directores creativos de la casa, Lucie y Luke Meier, apuestan por nuevas formas y esta temporada se centran en la recontextualización de sus básicos.
Aunque la elegancia, la esencialidad de los elementos y la calidad de las materias que caracterizaban a la marca se sigue manteniendo, la pareja Meier decide darle otro enfoque a la sastrería; sugiriendo una caída más fluida. Las piezas llegaban en diferentes dimensiones: siluetas cuadradas, perforaciones metálicas por todas partes, túnicas, flecos en todas sus representaciones, estampados de gatos, cinturas ceñidas, vestidos popelín, capas y más.
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