Las carreras y la velocidad continúan agitando las semanas de la moda a través de la tendencia motorcore, como esa estética poderosa que fue elevada al podium de la moda desde hace aproximadamente un viaje alrededor del sol.
A lo largo de las presentaciones y/o colecciones de la temporada otoño-invierno 2023, hemos podido ver como diferentes marcas de lujo han seguido reinterpretando la estética motorcore a través de versiones vinculadas a sus identidades. Así lo vislumbró Jil Sander, mediante looks coordinados de apertura enfundados en chaquetas de cuero y pantalones que generaban el set en blanco y negro.
Más allá de Diesel, y de todas sus piezas de ensueño inspiradas en el mundo del motor, Balenciaga volvió a la pasarela suspendida en una gran expectación generada tras los escándalos, con biker boots masivas, puntiagudas y precurvadas de Tyrex. Combinadas con pantalones, leggins o con las piernas desnudas, estas siluetas experimentales bañadas en distintos colorways como el verde, el azul o el rojo, capturaron todas las miradas en esos outfits neutros y monocromáticos.
En sincronización de espíritu-estética con esta tendencia, la nueva colaboración entre Gucci y Ottolinger con Puma, presentó asimismo toda una secuencia de piezas bañadas en la estética motorcore.
La historia entre la moda y el motor ha continuado así agitando el núcleo del sistema, ya sea a través de TikTok, como de la vida real en el escenario del streetstyle global, entre infinitas bikers o botas de motocross que continúan reforzando esta subcultura venerada por las nuevas generaciones.
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