Era inevitable. La provocación convertida en ícono pop contemporáneo, The Comedian de Maurizio Cattelan, ha vuelto a desaparecer entre mordiscos. La célebre pieza—un plátano adherido con cinta adhesiva a la pared—fue consumida este fin de semana por un visitante en el Centro Pompidou-Metz, ubicado en el este de Francia, durante la exposición Endless Sunday.
La intervención no autorizada fue contenida con rapidez. El equipo de seguridad del museo respondió de inmediato y, fieles al protocolo de conservación de esta obra efímera, el plátano fue reemplazado en cuestión de minutos. Como si nada hubiera pasado. Como si todo estuviera previsto.
El medio Artnet reportó la ya clásica reacción sarcástica del artista italiano. Cattelan expresó su decepción porque el “performer espontáneo” no hubiese ido más allá: “Claramente confundió la fruta con la obra de arte”, ironizó el autor, señalando que el visitante omitió comerse también la cinta y la cáscara. Una performance incompleta, según el artista.
Desde su aparición en Art Basel Miami Beach en 2019, The Comedian ha sido mucho más que una provocación. Se ha convertido en una alegoría de la mercantilización del arte, un espejo de la frivolidad cultural de nuestro tiempo y, para muchos, una crítica insoslayable al sistema del arte contemporáneo. Vendida por cifras que alcanzaron los 150.000 dólares —certificado de autenticidad incluido— la obra ha sido “consumida” múltiples veces: desde la recordada intervención del artista David Datuna en Miami, hasta el estudiante que, en 2023, se la comió frente a las cámaras en el Museo Leeum de Seúl.
No obstante, el gesto repetido no erosiona su potencia simbólica. Al contrario: cada nueva mordida reaviva el debate, reconfirma su vigencia y perpetúa el ciclo ritual de destrucción y restauración. Las instituciones que la alojan lo entienden. The Comedian no se conserva; se repone.
En el caso del Pompidou-Metz, la obra permanecerá expuesta hasta la clausura de la muestra Endless Sunday, prevista para 2027. Hasta entonces, la fruta seguirá pendiendo de la pared como emblema de lo absurdo elevado a arte.
Centro Pompidou-Metz
1 Parv. des Droits de l’Homme
CS 90490, 57000 Metz, Francia
Maurizio Catellan presentó una de sus obras más cotizadas: «Comedian» en el GUGGENHEIM.
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