Balenciaga se disculpó hace 4 días por la serie de fotos con niños sosteniendo osos de peluche vestidos con elementos BDSM para promocionar su campaña “Objects”. La campaña, que indignó (con razón) a miles de personas en las redes ha sido cancelada hasta la saciedad. De hecho, Balenciaga ha borrado por completo la campaña del mapa. Pero, ¿qué hay detrás de este macabro movimiento de Balenciaga? Vamos a desgranar el asunto.
La campaña “Objects”, bajo la lente de Gabriele Galimberti, pretendía ser una declaración navideña sobre el dar y recibir regalos, inspirada en su propia serie de fotografías «Toy Story». El renombrado fotógrafo captura en esta a niños con sus objetos más preciados. Como es obvio, al ser niños, los objetos que aparecen en las fotografías son juguetes. A priori, todo bien, ¿no? Campaña navideña con niños que inspira la inocencia y los juguetes de navidad. Nada podía salir mal. ¿El objeto de la controversia? El bolso de oso de peluche BDSM que sostienen los niños en las fotos. El asunto se vuelve más espeluznante cuando en una foto aparecen objetos como copas de champán y vino junto a una de las niñas. Artículos que se alejan mucho de ser infantiles.
Hasta este punto, el tema es raro cuanto menos, pero lo turbio, depravado y macabro del asunto Balenciaga llegaría antes de la campaña de los niños. A principios de este mes de noviembre, Balenciaga lanzó su campaña con Adidas con Bella Hadid como protagonista. La serie fotográfica capturada por Chris Maggo incluye una instantánea con el Hourglass x Adidas junto a un fallo SCOTUS de 2008 (Estados Unidos v. Williams) que confirma parte de una ley federal de pornografía infantil. El fallo en cuestión trata el tema de ofrecer, solicitar, transferir, o comercializar pornografía infantil.
Macabro, ¿verdad? Sobre todo, si tenemos en cuenta de que se trata de dos campañas diferentes, hechas por dos fotógrafos diferentes. Dos campañas que no tienen nada que ver pero que tienen una cosa en común: la apología a la pedofilia. Balenciaga ya ha pedido disculpas por ambas campañas. En el caso de la campaña x Adidas, alega que se trata de un objeto no aprobado por la dirección y que están tomando acciones legales. La marca, además, ha borrado por completo su feed de instagram y ha dejado las disculpas en unas historias destacadas.
Pero, ¿nos tenemos que creer, entonces, que Balenciaga, una de las marcas más importantes del momento y una de las maestras del marketing, por lo que sea, no ha revisado el material fotográfico antes de lanzar una campaña? Nos tenemos que tragar que se les han colado estas dos pequeñas cositas de nada… Porque, ¿cuántas personas hay trabajando en Balenciaga para que todo salga según lo previsto?
Este Viernes, Balenciaga presentó, supuestamente, la demanda contra la productora North Six, Inc. y el escenógrafo Nicholas Des Jardins, como responsables de incluir dicho documento sin su consentimiento, dañando la imagen de la marca. Con todo y con eso, hay algo que no solo no encaja, sino que cuesta digerir.
Lo verdaderamente preocupante y deplorable es que en efecto hay alguien trabajando en esos círculos con la mente tan perversa como para incluir un documento de ese calibre en una campaña de una de las marcas más importantes del planeta. Porque lo de los osos BDSM puede dar lugar a interpretación, el documento del fallo SCOTUS no. No es algo fortuito, es un documento del año 2008 que ha sido puesto ahí de manera premeditada.
Mientras se dicta sentencia, cabe plantearse que las mismas marcas (Balenciaga y Adidas) que cancelaron a Kanye por antisemitismo, acaban de defender, sea como sea, la pedofilia. ¿Cuándo les van a llegar la cancelación económica y las responsabilidades legales? ¿Les van a llegar acaso?
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