El sello disruptivo presenta una colección en la que yuxtapone con maestría la estética informal y workwear de la casa francesa. La intención que subyace de la composición sartorial es sacar resonancia de lo aparentemente opuesto, la discordia a través de prendas que se transforman y se introducen en una incesante obra en construcción.
La temporada vislumbra el sorprendente uso que hace MM6 de las técnicas tradicionales en una versión contemporánea repleta de escotes fruncidos, pantalones exagerados, gabardinas beige actualizadas a través de la alta costura, y blazers o chalecos de corte cuadrado ceñidos al cuerpo, combinados con pantalones de estilo parachute.
Dentro de la colección, resplandece toda una secuencia de piezas sinuosas, de estética deconstruida o confeccionadas en Tyvek: un tejido plateado, ligero y arrugado con el que la firma construye prendas innovadoras como un vestido de graduación con volantes asimétricos.
Siguiendo esa identidad o filosofía transformadora de la serie, los pantalones amplios se convierten en joggers XXL con pinzas y las prendas de punto se modernizan a través de nuevos diseños. Paralelamente, la marca presenta un rediseño de su estampado de lunares de archivo en verdes ácidos, morados y negros que realzan prendas como vestidos vaporosos o faldas plisadas.
Los accesorios acaban de elevar la colección a través de una cuarta entrega de la silueta XT-4 en colaboración con Salomon, y el bolso Numeric, estrenado la temporada pasada, que vuelve tanto en versión mini como grande, confeccionado en cuero negro y tonos salvia y verde lima. Finalmente, su icónico zapato anatómico, regresa asimismo en forma de bailarinas de satén verde.
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