Andrea Pompilio presentó en la Semana de la Moda de Milán su propuesta para la temporada FW23 de Onitsuka Tiger titulada “Urban Layering”, en la que canaliza de manera material la progresión de la marca japonesa y su perspectiva de diseño dinámico.
La firma de moda deportiva fundada en 1949, se inspira ahora en la historia de la moda en Japón, y lo traslada a una colección en la que explora el arte del layering urbano dentro de esa poderosa cultura, como una especie de tradición o ritual de la moda.
El director creativo de Onitsuka desplegó así sobre la infinidad de la pasarela una serie de siluetas holgadas, de sastrería elevada y de versiones contemporáneas o remasterizadas de la indumentaria tradicional, mostando a su vez el dinamismo que identifica la marca. Todo un ADN y herencia que traslada a esta propuesta en la que diluye las barreras de género, mediante siluetas y formas fluidas bañadas en una paleta de colores neutra, en contraste con otras tonalidades vibrantes como el amarillo o el naranja.
VOLÚMENES Y DINAMISMO
Dentro de la colección, destacan las piezas colaborativas junto a la marca japonesa Zanter. Mega anoraks acolchados y extradimensionados en las que se fusionan ambas identidades, así como el pasado y el futuro en prendas de plumón técnicas que se combinaban con otras piezas como jerséis de rizo, jerséis de cuello alto de mohair o camisetas de tirantes de canalé. Otras prendas destacadas fueron los abrigos de piel sintética y las prendas entalladas de lana melton coordinadas con pantalones a juego.
En general, a lo largo del carrusel de Onitsuka FW23 pudo apreciarse esa dualidad entre las siluetas entalladas o ajustadas, y la tradición y la vanguardia de la marca japonesa. Un concepto que también se traslada a la oferta de calzado a través de botas gruesas y sneakers más minimalistas que acababan de armonizar toda la colección.
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