«Dentro del universo hay cosas que son conocidas y hay cosas que son desconocidas. En el medio de esas cosas hay puertas» – William Blake
The Space of Variations is a doorway to the infinity possibilities of the quantum field; a theoretical physics concept manifesting that everything that could happen, is happening, in an infinite number of parallel universes. It is a metaphysical space located outside of perception, but just as objective, where intuitive knowledge and vision originate. All scientific discoveries and masterpieces of art are received from the Space of Variations through the subconscious and all parallel universes exist in the mind of their creator. Everything we see in reality, is realized variations.
Space of Variations es una puerta a la infinidad de posibilidades del campo cuántico; un concepto de física teórica que manifiesta que todo lo que podría ocurrir, está ocurriendo, en un número infinito de universos paralelos. Es un espacio metafísico situado fuera de la percepción, pero igual de objetivo, donde se originan el conocimiento intuitivo y la visión. Todos los descubrimientos científicos y las obras de arte se reciben del Space of Variations a través del subconsciente y todos los universos paralelos existen en la mente de su creador. Todo lo que vemos en la realidad, son variaciones realizadas.
Pilar Zeta crea intrincadas instalaciones que se comunican fisiológica y psíquicamente con los espectadores en galerías y entornos públicos, así como digitalmente. Space of Variations es su primera exposición individual en Estados Unidos, presentada por la galería Art Is de Los Ángeles, tras su reciente obra de arte inmersiva a gran escala –Hall of Visions– encargada por Faena Art en Miami Beach durante Art Basel 2021.
La artista considera el medio digital como un campo expandido que nos recuerda que el arte no está confinado entre cuatro paredes; sino que es capaz de convertirse en un portal hacia realidades desconocidas. En la exposición, cada obra de arte existente como objeto físico se despliega en el ámbito digital como una obra NFT. La argentina se basa en su interés por la física cuántica, la simbología, el conocimiento esotérico y una historia periférica de ideas para generar interpretaciones alternativas de la realidad.
Su arte se construye sobre un imaginario de códigos simbólicos; un lenguaje del subconsciente. Las composiciones estéticas y espaciales entrelazan varias temporalidades -pasado, presente y futuros por venir- y tienen sus raíces en la arquitectura antigua, los pintores surrealistas Salvador Dalí y Sofía Bassi, o la práctica de los diseñadores posmodernos Studio Alchimia.
En un entorno que invoca su propia forma de escenografía ritual, Zeta construye un juego de reflejos. Sus esculturas de técnica mixta combinan diferentes minerales semipreciosos con cualidades simbólicas y mágicas como el ópalo, el ágata, el jade y el oro. Las superficies espejadas pueblan la exposición, ocultando y revelando a la vez, protegiendo y exponiendo emociones ocultas como el deseo, la vulnerabilidad, la intimidad. El huevo ocupa un lugar central en sus esculturas totémicas con forma de joya, así como en sus entornos digitales de otro mundo, como símbolo universal del renacimiento y del misterio de la creación de la vida.
Field of Visions es una pintura al óleo que representa un paisaje desértico acogedor y a la vez disidente, en el que una gran quietud es apenas sostenida por objetos delicados y frágiles que parecen vivos en su inmovilidad; envueltos en una misteriosa bruma característica de la paleta de colores de Zeta. El lenguaje visual del artista se aglutina en un universo de motivos fantásticos, que recuerdan los voluptuosos contornos de las obras surrealistas.
La escena está envuelta en un passepartout de cuadros; un símbolo de todas las posibilidades cósmicas. La alternancia de cuadrados blancos y negros es una imagen del mundo en su dualismo fundamental: luz y oscuridad; bien y mal; orden y caos. Aquí, la perspectiva se ha desviado con un efecto extraño para crear la ilusión óptica de entrar en una cuarta dimensión. La artista vuelve a disfrutar trascendiendo el medio pictórico clásico al traspasar la frontera de la bidimensionalidad e introducir una pantalla en el interior del lienzo en la que un huevo NFT animado parece estar observando su propia realidad paralela/futura.
Podría parecer que Zeta nos invita a participar en un juego con nuestro propio subconsciente, un mundo ficticio desprovisto de moral y prejuicios impuestos, un espacio de variaciones.
La obra central del Space of Variations de Pilar Zeta es la escultura Temple of Variations. Pivotando entre el mundo natural, la mitología y la historia, podríamos discernir el eco de la arquitectura clásica que una vez inspiró a los pioneros del modernismo; mientras que sus bordes afilados, superficies brillantes y texturas suntuosas evocan una sensación de asombro.
Zeta es conocida por ocupar el espacio con piezas de muy diferentes escalas. En contraste con el enorme Hall of Visions de su reciente encargo al aire libre en Faena Miami Beach, que evocaba la fragilidad de los cuerpos humanos que caminaban por él y a su alrededor, Temple of Variations se ha reducido a una miniatura. Contiene el potencial de cargar la forma en que existimos en el espacio, involucrando nuestros sentidos en la instalación. Para potenciar aún más esta presencia activa, la escultura cobra vida: el huevo puede ser una joya portátil, un punto de encuentro entre el artista y el espectador.
El tamaño casi insignificante de esta obra crea una tensión con la imponente arquitectura que encarna y la poderosa energía de los talismanes con los que está construida; el oro, símbolo de la abundancia; los diamantes blancos y negros; el ágata blanca; el jade negro y, por último, el ópalo, cuyo brillo del arco iris cambia con la luz y se asocia desde hace tiempo con la metamorfosis y la mutabilidad de la vida. Pilar estudia los minerales en busca de inspiración, encontrando en las cualidades mágicas de éstos una forma de canalizar sus inquietudes e intereses.
¿Cómo pasamos de un espacio a otro? ¿Cómo salimos y entramos en un espacio? ¿Y si hubiera un lugar que estuviera entre las dimensiones, que actuara como bisagra entre ellas? Un breve momento, en el intersticio, que constituyera un límite, un principio y un final de dos espacios. Un espacio-tiempo de potencialidades. Pilar Zeta nos insta a fijarnos de nuevo en la representación de un portal, un espacio de transición, en el campo de posibilidades de NFT, hinchado como en una escultura tridimensional Doorway to Possibilities, asentada sobre un pedestal de damero; una alegoría que insiste en las dualidades del ser. El arco se utiliza repetidamente en sus esculturas, invocando un estado continuo de transición. Esta polaridad tiene su eco en la combinación de materiales «naturales» y «sintéticos»: el mármol milenario, cuyo origen es la corteza geológica, contrasta con la pintura perlada y dorada de los coches, epítome de nuestra era postindustrial y tecnológica.
En las obras Doorway to Now y Wave Function, la artista continúa su exploración de los significados ocultos y potenciales de lo digital. Podrían verse como desviaciones de las obras físicas principales o «propiamente dichas», pero en realidad su persona digital proporciona un punto esencial de compromiso con el espectador contemporáneo y es un reflejo de su proceso de pensamiento.
The exhibition includes a new series of dazzling egg sculptures with equally vibrant plinths that act as counterpoints to the NFT works both displayed on the gallery walls and existing in the digital realm. The egg, a perfect microcosm, the spark of creation and a universal token of rebirth and the mystery of life, has been an inexhaustible source of inspiration for artists throughout the ages: Hieronymus Bosch, Surrealist painters Salvador Dalí and Sofia Bassi, Romanian sculptor Constantin Brancusi or more recently Brazilian conceptual artist Anna Maria Maiolino.
En su Space of Variations, Pilar Zeta recupera el huevo para presentar un conjunto escultórico utilizando el potencial gestual del ensamblaje. En su elección de formas, la artista vuelve a la pureza de los volúmenes geométricos, a la vez que atribuye una fuerte carga simbólica a cada uno de los materiales empleados. Mármol, aluminio, espejo, parece expresarse constantemente en la intersección entre universos opuestos: lo natural y lo sintético, lo familiar y lo extraño, lo sagrado y lo profano, lo espiritual y lo sensual.
Uno de los elementos centrales de la práctica de Zeta es el deseo de despertar una reflexión sobre lo que sucede más allá de una primera mirada. Así, los espejos y otras superficies reflectantes se utilizan como representaciones de una realidad visible que coexiste con un futuro posible donde rigen la visión, el sueño y el azar.
El huevo reaparece en el caleidoscópico mundo digital de Pilar Zeta como una serie de obras animadas digitalmente que representan a varios seres libres y sus vistas de ventana al océano. La paleta de colores va desde los naranjas ardientes hasta los verdes y morados cremosos y pálidos, desconocidos en nuestros cielos «naturales». La intensidad se modula para emular las transiciones entre la noche y el día.
Zeta rompe con la convención establecida de que la ventana se utiliza únicamente para mirar al exterior, al destacar también el interior del espacio y la existencia de una realidad dual. Los huevos reciben la luz desde distintos ángulos, reflejando los volúmenes y las texturas de los objetos. Estas obras funcionan como meditaciones, aprovechando la habilidad de Zeta para aislar un objeto y revelar algo sobre su estado. En este caso, la existencia del huevo como símbolo a través del tiempo resuena con más fuerza.
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