Un tercer día de Semana de la Moda de Milán, pero no un día cualquiera. Es el día de Prada, y eso significa no faltar a la cita en la Fondazione Prada, uno de los platos fuertes de cada temporada. Esta vez, la firma italiana nos transporta a un universo donde los códigos corporativos y la naturaleza convergen en un desfile que nos invita a explorar. Después de sumergirnos en la «Arquitectura Fluida» en la temporada SS24, Miuccia Prada y Raf Simons nos llevan ahora a explorar la «Naturaleza Humana» en su desfile de moda masculina FW24.
El escenario, concebido por el estudio de diseño AMO, se erige como un testimonio visual de la dualidad entre la vida corporativa y la naturaleza, una dicotomía entre los dos mundos. Al entrar, caminamos por un un mundo de cubículos azules, escritorios y pantallas de ordenador individuales. La monotonía de la rutina laboral que nos recibe, no puede con la naturaleza que emerge del suelo de la Fondazione. Al entrar en el laberinto de la oficina de Prada, la pasarela de vidrio nos permite ver la vegetación, las hojas, los riachuelos y las rocas bajo nuestros pies.
La colección Prada Otoño/Invierno 2024 es una reafirmación de la profunda conexión humana con la naturaleza, una invitación a explorar “las verdades fundamentales de la humanidad, nuestros instintos naturales, nuestras necesidades emocionales”. Las prendas, influenciadas por los ritmos estacionales y el orden natural, se convierten en testigos de un ciclo interminable. Desde tonalidades oscuras que evocan la sobriedad hasta destellos de morado, verde y rojo que irradian vitalidad, la paleta cromática refleja la riqueza y diversidad de la naturaleza y de nuestras vidas.
Las 50 imponentes salidas fusionan la estética laboral, que resuena en sastrería, con elementos de influencia natural, ya sea en el calzado o los accesorios. Gorros con cortes de nadador, gorras y botones de marinero, nos acercan al mundo marino, mientras que los cinturones nos recuerdan a hojas de diferentes plantas. En ciertos looks, se hace un homenaje a la balaclava, introducida por Raf Simons en el mundo de la pasarela, introduciendo la sensación térmica de la época hibernal.
Prada, en su afán por despertar nuestros instintos y necesidades más profundas, busca reincorporar los ritmos estacionales y el orden natural en la moda. Este desfile no es solo un despliegue de prendas elegantes, sino una invitación a reconectar con la naturaleza que nos rodea. La moda, en manos de Miuccia Prada y Raf Simons, se ha convertido en una expresión vívida del deseo de salir y experimentar el mundo que hay ahí fuera.
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