Valentino eligió el Château de Chantilly, al norte de París, para convertir este antiguo símbolo de exclusividad en “un foro de igualdad y apertura». En este contexto, Pierpaolo Piccioli presentó una línea sofisticada de estilos listos para el hombre y la mujer contemporáneos.
Kaia Gerber ha sido la encargada de abrir el desfile con un look atípico para una Semana de la Alta Costura. La hija de Cindy Crawford caminó con una camisa globo en color blanco y cuello mao, pantalones vaqueros, unas bailarinas metálicas puntiagudas, adornadas con maxilazos y unos pendientes cascada. A pesar de romper en el comienzo con el estereotipo de alta costura, Pierpaolo Piccioli presentó una colección llena de vestidos y piezas maximalistas, con elementos característicos de la casa, pero con una aligeración del tejido, para favorecer el movimiento corporal: un maximalismo minimizado.
A través de él se defiende lo fundamental en la Costura: la maestría, el oficio y el poder de lo individual. Estos conceptos se traducen en prendas que reflejan sensibilidades contemporáneas, realidades modernas, evitando lo accesorio para añadir significado. Un significado que es común para todos, por eso se continuaba la aparición de identidades masculinas en la alta costura. Y también que se reduce a lo verdaderamente esencial. Por eso, los zapatos se hacen planos para liberar el movimiento, la ropa fluye y de repente surgen gestos de extravagancia: una capucha de pétalos de rosa, una cascada de joyas de cristal, un maxi lazo en zapatos…
Y, a la inversa, lo cotidiano se convierte en excepcional. Las camisas se transmutan en vestidos de baile, los vaqueros vintage Levi’s® 501 XX Big E sirven de lienzo para bordados dorados. Otros vaqueros se inventan de nuevo, confeccionados con un minucioso trampantojo de abalorios que despiertan la curiosidad del espectador.
En su particular invasión al castillo, Pierpaolo Piccioli ha definido un nuevo concepto de Alta Costura. El significado de las piezas contemporáneas de Valentino va más allá del simple hecho de incluir plumas o flores en ellas. Piccioli quiere colecciones que hablen de la gente que las lleva y los tiempos de ahora, no los que ya están enterrados.
La colección de Julien Dossena para Jean Paul Gaultier en la Semana de la Alta Costura.
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