La obra de Pascal Möhlman representa el arte barroco en una nueva era moderna sumida en el caos virtual y en la distracción crónica en la vida real. Nos adentramos en sus pinturas, y hacemos zoom a su nueva colección “Hiec et Nunc”, en la que configura toda una composición hiperrealista e inquietante de alter-egos creados al óleo.
El artista zuriqués, que está a medio camino entre el arte barroco y las redes sociales, plasma en sus creaciones referencias clásicas reimaginadas a través de la modernidad. Un estilo distintivo en constante búsqueda de “la nueva belleza” con el que diluye todos esos estímulos de la vida real en pinturas existenciales ambientadas en paisajes contemporáneos.
El estilo de Möhlman se inspira así en el amor por la belleza real y tangible del mundo, como una recreación de lo que ve a su alrededor; ya sea en persona como a través de la pantalla. En este sentido, refleja a través de sus obras historias de amor o de tragedia instantáneas con personalidades que experimentan en directo ese dramatismo y dinamismo. Sus pinturas salen y trascienden de la propia obra en sí.
DESCIFRANDO «AHORA O NUNCA»
Toda esa esa identidad visual y/o auto-expresión creativa la traslada ahora a su nueva colección “HIEC ET NUNC”, en la que el artista reflexiona sobre el azar o el destino en una serie de sorprendentes y desafortunados accidentes que recaen sobre el lienzo.
A través de esta serie de pinturas a escala real, se canalizan una serie de temas inspirados en tendencias actuales como el retorno del efecto Y2K, la moda skater o la cultura tattoo en clave dramática. Toda una serie de referencias y paradojas subyacentes del presente que coexisten con esa inspiración en el pasado: en la pintura barroca y en los lienzos de artistas como Van Dyck o Caravaggio.
En algunas de estas obras de arte pop, sus alter-egos pintados representan la extraña y distópica sociedad en la que vivimos. Se visten como camisetas ripper de la marca skate Powell Peralta, colisionan con árboles, o miran al espectador con disgusto en medio de episodios trágicos con esqueletos que simbolizan lo efímero de la experiencia humana.
Pascal aborda entonces todas esas temáticas que diluye a través de sus pinturas: desde la crisis climática o la perpetua distracción en la que vivimos, hasta nuestra obsesión con internet o nuestra incesante sed por el mundo material.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…
