En el Super Bowl de este año, Kanye West, o Ye como ahora prefiere que lo llamemos, compró uno de los anuncios más codiciados del evento, pero en lugar de optar por una pieza publicitaria convencional, decidió hacer algo inesperado: un vídeo grabado con su iPhone, donde revelaba que el presupuesto destinado a su comercial había sido redirigido a unos dientes nuevos. Pero claro, aún en la silla del dentista, no olvidó dejarles un mensaje a sus seguidores: «Ve a yeezy.com».
Lo que no dijo es que al ingresar a la web, los usuarios se encontraban con una pantalla de error. ¿La razón? El único producto disponible era una camiseta blanca, de 20 dólares, con una esvástica prominente en el pecho. Si te has mantenido alejado de X, este último giro de los acontecimientos no es más que el capítulo más reciente de un desfile de publicaciones antisemitas y misóginas por parte de West: “Soy nazi”, “Tengo dominio sobre mi esposa” y “Amo a Hitler… ahora qué perras”.
Su cuenta de X, por supuesto, fue suspendida poco después del Super Bowl, junto con un mensaje que anunciaba su adiós a la plataforma: “Estoy cerrando sesión en Twitter. Gracias a Elon por darme el espacio para desahogarme. Usar este espacio ha sido como un viaje de Ayahuasca. Agradezco a todos los que me dieron su energía. Nos veremos de nuevo. Buenas tardes y buenas noches”.
La aparición de la esvástica en su merchandising no resulta exactamente sorprendente, pero eso no le resta peligro. Aunque Ye insiste en que todo se trata de un “experimento social” para eludir responsabilidades, sus provocaciones sobre Hitler y la camiseta con la esvástica llegan en un momento crítico, marcado por una retórica de extrema derecha cada vez más potente y un clima político global que sigue girando hacia el conservadurismo. Y, por supuesto, no podemos olvidar el gesto simbólico que Elon Musk hizo propio en el mitin de Trump el mes pasado.
La tienda online de Yeezy, finalmente, fue eliminada por Shopify. “Todos los comerciantes deben adherirse a las reglas de nuestra plataforma”, declaró un portavoz de la compañía. “Este comerciante no se comprometió con prácticas comerciales auténticas y violó nuestros términos, por lo que fue eliminado de Shopify”.
Por su parte, la Liga Antidifamación no tardó en emitir una condena tajante. “Como si no tuviéramos ya suficientes pruebas del antisemitismo de Kanye, decidió poner a la venta una camiseta con una esvástica”, denunciaron. “Este símbolo, que Hitler adoptó como su emblema personal, sigue siendo un estandarte del odio y la supremacía blanca, y continúa siendo una amenaza para aquellos perseguidos por el antisemitismo”. Además, la organización señaló que la camiseta estaba etiquetada con el código «HH-01», un claro guiño a la frase «Heil Hitler», reforzando aún más el mensaje peligroso que Ye sigue propagando.
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