Autor: Laura Pérez ( @laurappz ) | MANÉMANÉ es la oda a la mujer; a una mujer que más que actual, incluso habla del futuro.
Es el viaje a los 90, a una fiesta o rave en la que la moda fluye y todos experimentan a través de los tejidos, con la finalidad de construir prendas únicas al son de Britney, Bad Gyal o Pxxr Gvng.
Se trata de la firma que nadie entendía y que ahora es el resultado de una provocación que se ha visto reflejada en la industria gracias a Miguel Becer, su director creativo. La moda y la música confluyen a través de las costuras para dar paso a un estilo y/o lenguaje totalmente único, en el que la tradición y la contemporaneidad se aúnan en un mismo concepto. Así, la estética grunge de los 90 y el folclore español se convierten en las principales referencias que alimentan el proceso creativo de la marca que se subió al estrado de la moda para romper con lo establecido.
MANÉMANÉ es entrar en un universo en el que el género está superado y difuso, porque su lenguaje va más allá de proporciones y volúmenes propiamente dichos ‘de mujer’. Todos pueden vestir igual que la crew de la escena nacional.
Las referencias de la firma provienen de lugares totalmente antagónicos, pero llegan a cohesionar a la perfección. Es ese precisamente el concepto que traslada a infinidad de prendas y accesorios que conforman los looks que toman como base lazos, bordados o pañuelos -más tradicionales-, pero que se construyen a raíz de una estética totalmente actual que no tiene nada que ver con ese mundo. Sería como coger prendas del armario de la abuela y combinarlas con unas Air Max o unas Dr Martens.
Desde que Becer -y su squad– ganase la cuarta edición de Who’s On Next en 2015 y debutase en la MBFWM, la cima ha sido el estatus en el que se ha mantenido . Porque Miguel ha renovado el ciclo de la moda con tan sólo pestañear, y lo ha reflejado a través de siluetas, proporciones y tejidos que van hacia un lenguaje inexplorado que no se puede encasillar, porque no se sabe muy bien donde está.
Esa es la línea discontínua que ha seguido en la coleción primavera-verano 2018, que presentaba la semana pasada en la semana de la moda madrileña, cual película de Tim Burton. El juego con las formas, las proporciones y la deconstrucción se convirtían en algunas de sus señas de identidad; Vetements, Alexander Wang, Balenciaga o Marc Jacobs en algunas de sus referencias. Una colección en la que la pulcritud de las líneas y la sensibilidad de los tejidos se adaptaban al cuerpo de la mujer.
Así era la fiesta emo-gótica en la que el aquelarre destapaba la colección ‘Negro’, a raíz de una línea que se movía por todas las tonalidades de este mismo color, y rompía con plataformas, brocados y maxisombreros tradicionales con pinceladas de color. Gabardinas oversize, cinturones XXL, bolsos de hombro y mules complementaban piezas inacabadas, superpuestas, acolchadas y drapeadas. Las transparencias nos acababan de enseñar la silueta de la mujer y su belleza oculta.
Una completa carga visual que aparece de la imaginación y se materializa en la realidad. Así es MANÉMANÉ y su labor por convertir la moda en Historia de España, si es que no lo ha hecho ya.
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web: www.manemane.es
instagram: @manemanestudio
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