Bimba y Lola presenta un nuevo episodio sci-fi que mantiene en el objetivo la colección #thisisCOSMIC para la temporada de invierno 2020. ‘El mundo cósmico de Kelsey Lu’ nos conduce a una dimensión astral en la que la cantante Kelsey Lu interpreta a una extraterrestre fashionista que experimenta con la cotidianeidad. Disfruta del viaje y la experiencia.
La conexión del pasado con el futuro encuentra ahora la armonía en esta cápsula que combina el estilo de los años 40 y su sastrería, con la efusividad de los años 80. Esa idea retrofuturista envuelve la campaña que parece estar bañada por la corriente artística y la sensibilidad estética de CAMP.
Kelsey Lu se convierte en el alien protagonista que conecta esta historia galáctica de excentricidad, ironía y humor. La cantante de espíritu camaleónico entra así en la burbuja de Bimba y Lola que promueve el trabajo y el ethos de distintos creativos contemporáneos.
Y es que, la compositora de Carolina del Norte ha llegado a crear un género propio orbitando en su universo. Su fusión, que abraza desde el jazz o el pop contemporáneo hasta el blues o el folk de los años 70, le ha llevado a colaborar con artistas del calibre de Skrillex, Florence and the Machine, Sampha o Solange Knowles.
A LIFE OUT OF SPACE
La directora y estilista Georgia Pandlebury imagina en ‘THE COSMIC WORLD OF KELSEY LU’ como sería la vida doméstica de una extraterrestre que se comporta casi con la fluidez de un ser humano. A partir de esa sinopsis, nos sumerge por un mood de emociones y energías cambiantes según se suceden las secuencias de la fashion story.
A través de un house-tour visual, la tripulación accede a esos capítulos utópicos en los que encontrar un delicioso banquete de placeres. El menú incluye desde bolsos o accesorios en animal print hasta prendas gráficas con motivos como aliens o naves espaciales.
Si ponemos el foco en las imágenes o vídeos de la editorial, podemos apreciar como el arte se materializa en múltiples formas: desde pinturas cósmicas, hasta makeups o looks excéntricos como tocados esculturales.
Desde luego, lo que sí podemos descifrar de esta teenage fantasy es que la realidad no interesa en absoluto. Nos evadimos de la catarsis hacia un nuevo paradigma que desafía la normatividad y subvierte el costumbrismo: Kelsey Lu se baña con vestido y botas, practica yoga cósmico, espía a los vecinos con maxi-bisutería o come snacks de una manoletina. Sin ningún tipo de reglas o modales. Por eso nos gusta tanto.
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