Collina Strada presenta una colección con la que vuelve a liberar la moda a través de la parodia, poniendo el foco en los reality shows de los años 00 y sus excéntricos estilismos.
La marca neoyorquina proyecta así un reality show de principios de siglo llamado «The Collinas«, que sigue a Tommy Dorfman, “una chica del valle amorosamente ausente, mientras realiza unas prácticas en la sede de Collina Strada”. Allí, recorre las oficinas de la marca, haciéndose selfies con las modelos y repitiendo «I’m like, so good at steaming».
En este episodio nostálgico, Dorfman es avergonzada por comer un sándwich de pastrami en el almuerzo y usar una taza de café desechable por un elenco de chicas de NY; entre ellas Aaron Philip, Chloe Wise, Liana Satenstein, Jazzelle Zanaughtti y el diseñador de Marni, Francesco Risso.
El enfoque experimental de la diseñadora vuelve a latir en esta propuesta en la que se combinan arrítmicamente infinidad de prendas, materiales y estampados. Diminutas faldas plisadas se superponen sobre pantalones cargo de tiro bajo o cinturones con tachuelas sobre pantalones de harén teñidos.
También forman parte de este imaginario lúdico, monos de terciopelo, estampados florales o vestidos con pañuelos por debajo de camisetas de bebé, conformando una constelación de piezas que exploran el color y la anti-moda en un mismo concepto revolucionario.
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