Hablamos con Sandra Alejandre, fundadora de la firma, sobre los orígenes de la marca y de cómo ve el futuro de Alejandre Studio tras el éxito de su primera colección.
Desde el principio, Sandra tenía claro que no iba a tener límites a la hora de crear diseños y construir su propia marca. «Siempre tuve claro que ningún estigma social o tabú me impediría llevar a cabo lo que empezaba a tomar forma en mi cabeza«. Ese mantra que le ha acompañado desde el nacimiento dio lugar a la primera colección; más tarde se habría convertido en el pilar fundamental de Alejandre Studio.
Así es el universo de Alejandre Studio, el de una mujer libre y sensual, «un mundo lencero, en un contexto de los 2000, donde la sensualidad y sexualidad de la mujer son los protagonistas». En el imaginario de la marca destacan los corsés, la lencería y los bodys y leggins de algodón.
Aunque la diseñadora tiene tan solo 24 años, el futuro es prometedor. Después de la acogida que ha tenido la primera colección, Sandra ya quiere saber hasta donde va a llegar con lo siguiente. Y es que, el éxito de la diseñadora en el panorama internacional es más que palpable. Donde más eco ha hecho ha sido en el extranjero, «la mayoría de clientes provienen de sitios como EE.UU, Reino Unido, Alemania o Hong kong».
A ella lejos de preocuparle le enorgullece ver como sus diseños transpasan las fronteras españolas. Artistas de la talla de Dua Lipa visten sus diseños, y eso es algo que para una marca tan joven la suya no se puede pasar por alto. «Ver que tus diseños y sobre todo que tu creatividad y tu propuesta estética ha calado tanto y se siente tan real como para que tus prendas las lleven artistas como Dua Lipa, te llena de orgullo. Te anima mucho a seguir adelante y no ponerte límites, porque nunca sabes hasta donde puedes llegar, quien será el siguiente en interesarse por tu trabajo o cuál será la siguiente meta a alcanzar«.
Con el objetivo de alcanzar una producción ética y evitar el excedente de producto, las creaciones de la marca son bajo demanda. «Lo tenemos muy en cuenta(…)además vamos a una colección por año, lo que también ayuda a ser sostenibles. No realizamos una producción masiva de prendas y eso permite una desaceleración de los tiempos de creación para darle más valor al diseño».
Una marca diferente que pretende alejarse de los estigmas sociales en torno a la estética cuya misión es trasladar la libertad al universo del diseño.
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