Durante el confinamiento, la compra-venta virtual ha salvado la industria de la moda, pero ha acarreado muchas más emisiones de transporte y residuos de envases. Hablamos sobre cómo las marcas están experimentando en sus sistemas para hacer el e-commerce más consciente y sostenible.
Estamos creando un infinito océano de residuos, y -precisamente- la moda no está ayudando. Mientras el comercio electrónico se encuentra en la cima, el planeta se hunde al compás de la emergencia climática. Sólo en Europa, Bernstein proyecta que la tasa de crecimiento de la moda online se triplicará este año para representar más del 20% de las ventas totales, lo que equivale a cinco años de crecimiento en aproximadamente seis meses.
En plena guerra de la digitalización, las marcas tienen que reinventarse para subsistir, así como para salvar su propia economía. La cuestión es: ¿cuál es el efecto real en el planeta? ¿pensamos en el proceso pre-producto?
Desde paquetes de cartón o plástico, hasta las emisiones que produce el transporte en camiones, aviones o barcos. Pero por si no fuera poco, si el producto se devuelve, se inicia un segundo viaje por el mundo antes de acabar en un vertedero, por no poder ser vendido. La burbuja del cambio climático va creciendo, y las marcas tienen que actualizar su sistema en modo speed.
De acuerdo con la empresa de devoluciones Optoro, más de 5 mil millones de aparatos con un valor de 400 mil millones de dólares se devuelven anualmente sólo en los EE.UU. La corporación estima que genera alrededor de 5 mil millones de kg de residuos en los vertederos y 15 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Para muchas empresas ha sido una cuestión de prioridad abordar estas cuestiones, e intentar buscar soluciones sostenibles, ya que cada vez más los consumidores están exigiendo medidas plastic positive.
EMBALAJE Y LOGÍSTICA: REINVENTARSE O MORIR
El problema del embalaje se convierte en un asunto de peso para las empresas. Sería relevante generar bolsas recicladas con un 100% de residuos plásticos que pudiesen descomponerse en su totalidad, como hizo The Iconic. Lo esencial es generar suministros que puedan ser reutilizados, reciclados y posteriormente reutilizados de nuevo. Y no menos importante, que sean fabricados a través de una ética consciente. Hacerlos, por ejemplo, más ligeros para que requieran menos energía a la hora del envío.
A pesar de todos los avances, las empresas están empezando, y tienen que acelerar el proceso experimental. Tatcha ha puesto el foco sostenible en intentar que todos los envases de su mercancía sean reciclables, reutilizables o compostables para el 2023. A través de un proceso de selección, están considerando los rasgos de cada producto para aprender a reducir holísticamente su impresión.
Más allá del embalaje, la logística se convierte en otra cuestión importante que resolver. El transporte es el mayor impulsor de emisones directas, por lo que la necesidad reside en reducir los viajes entre los almacenes y las propiedades de los clientes. Descubrir otros métodos de transporte menos contaminantes para disminuir la huella de carbono. Así, también poder incrementar las ventas, pues se podrían duplicar los pedidos en un solo cargamento.
Muchas empresas como Amazon están facilitando puntos de suministro y devolución en comercios minoristas, así como en los hogares de los clientes. También, implementando medidas de transporte más limpias para el medio ambiente como bicicletas de carga o coches eléctricos. Lo ideal sería dar prioridad a la sostenibilidad en toda la cadena creativa y no dejar morir el planeta.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…