Después de convertirse en la primera marca de lujo en obtener la certificación B-Corp el año pasado, Chloé quiere reducir el impacto social que provoca la moda.
La firma de la que Gabriela Hearst es directora creativa está trabajando con el Institut Français de la Mode y el Conservatoire National des Arts et Métiers para desarrollar una herramienta que ayudará a las marcas a medir su actuación respecto a temas como la igualdad de género, salarios dignos, diversidad e inclusión. Más adelante la compañía quiere proporcionarla como una metodología abierta para toda la industria.
La iniciativa es un impulso creciente en la industria de la moda para buscar nuevas formas de operar más sostenibles. “Para mejorar en sostenibilidad, necesitas cifras, medidas, KPI”, dijo Aude Vergne, directora de RSE de Chloé. Cuando se trata de medir el impacto ambiental, hay una serie de metodologías establecidas, “pero medir tu impacto social en la [vida] de las personas, en los proveedores, es más difícil”.
La herramienta Social Performance and Leverage (SP&L) de Chloé ha estado en desarrollo durante 18 meses. Su nombre es un guiño a la metodología Environmental Profit and Loss, o EP&L, utilizada por el grupo de lujo rival Kering. Chloé quiere desarrollar una herramienta que se utilice en toda la industria (aunque, a diferencia de EP&L, SP&L no pondrá un valor financiero en el impacto social).
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