Después del desfile de Alyx en Milán, Matthew Williams continúa aportando su propia visión de la sofisticación masculina en Givenchy FW23. Esta temporada, Williams construye y deconstruye prendas, con el objetivo de establecer una nueva visión del hombre contemporáneo.
Sobre una banda sonora creada y producida específicamente para la ocasión por el músico Bakar, el desfile comienza lento, elegante, dando paso al lado más clásico de Givenchy. Sastrería clásica construida con la más estricta disciplina junto al atelier de Alta Costura presenta cortes radicales en el puño y el bajo.
Pero el hombre Givenchy no tiene solo un registro y la propuesta deriva a una faceta más subversiva y contemporánea. Williams aquí juega con la deconstrucción de las piezas y superponiendo capas y estampados. El desmarque de la silueta convencional suscita una reconstrucción del vestuario Givenchy en su FW23. El nuevo look del hombre Givenchy se expresa en pantalones cargo cortados, abiertos y transformados en faldas que se llevan sobre esos mismos pantalones. Recurrente en toda la colección, la silueta evoca una fotografía de 1960 de Hubert de Givenchy con un jersey atado alrededor de sus jeans, a modo de falda.
Lo más arquetípico de la sastrería y la ropa técnica se mezcla con motivos exuberantes. Los materiales son el resultado de la experimentación textil empleada como vía para evolucionar los códigos tradicionales de la moda masculina. La técnica boro japonesa reconstruye el tejido vaquero de pantalones. Una sudadera de plumas de ganso se fabrica a mano; y los colores metálicos se consiguen mediante diferentes técnicas de tinte en prendas de nailon recubierto de poliuretano.
Los accesorios de mujer se adaptan, en aras de establecer un diálogo directo entre la sección masculina y la femenina de Givenchy. El modelo ‘Pandora’, tradicionalmente para mujer, se crea en varios tamaños y es reinterpretado en los materiales de la colección, al igual que los guantes.
En defintiva, Givenchy FW23 es la evolución natural, al menos para Williams, de las virtudes sartoriales de la casa francesa. Es una apreciación de las técnicas tradicionales perfeccionada con el objetivo de adaptarla a los nuevos tiempos.
Para quien está acostumbrado a ver el lado más tradicional en la silueta del hombre Givenchy, el trabajo de Williams le podrá parecer un sacrilegio. En cambio, quien tiene un ojo puesto en el futuro y en las diferentes posibilidades que ofrece hoy en día la industria de la moda, verá que el trabajo de Matthew Williams es la manera más inteligente de evolucionar.
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