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Hablamos con Javier de la Blanca

Javier de la Blanca es un espejo en el que ver reflejado el arte sin límites, el activismo de género, la provocación creativa o la moda desde un foco anti-estético y excéntrico lleno de emociones.

Javier de la Blanca es un espejo en el que ver reflejado el arte sin límites, el activismo de género, la provocación creativa o la moda desde un foco anti-estético y excéntrico lleno de emociones y mensajes que comunicar a una sociedad en plena era del despertar.

Javier de la Blanca by Alec Aitan
Javier de la Blanca by Alec Aitan

En el papel de estilista, diseñador o modelo ha trabajado para firmas como Chromosome Residence o revistas como Varón Magazine en el desarrollo de infinitos proyectos experimentales que huyen de la normatividad. Asimismo, ha destacado recientemente por ser una de las principales fuentes de inspiración de John Galliano para la última colección SS19 de Maison Margiela, por ‘su actitud, personalidad y rebeldía‘, según el director creativo de la firma.

El artista genera subversión hacia el sistema, jugando con lo prohibido para hacer sentir, en forma de un nuevo cromosoma outsider sin género que prende la censura y hace que vuelva a nacer la libertad de expresión, pero esta vez real. Vibra con el feísmo e ironiza con la anti-moda en outfits llenos de vómitos de color; pero también lo hace a través de la distorsión y/o deformidad, cuando se transforma en una persona calva, gorda, embarazada o, incluso, en un alien. Todo un imaginario camaleónico y feminista que refleja en sus posts de Instagram, la plataforma de expresión artística que le ama y odia al mismo nivel: los extremos que le hacen sentirse vivo.

Hablamos con Javier (@delablanca_ ), para que nos acabe de adentrar en ese mundo interior tan inspiry que debería proyectarse hacia el universo entero:

Highxtar (H.) – Leí hace un tiempo que tu frase favorita en el mundo es ‘make me feel alive‘. ¿Qué es lo que, realmente, te hace sentir vivo?

Javier de la Blanca (J) – Actualmente esa frase está tan interiorizada que la siento hasta un poco pasada. Pero en general lo que quiero decir es que cuando empecé a descubrirme, notaba que jamás podría tener una vida vacía de emociones. Me considero una persona extrema, necesito vivirlo todo hasta el último poro de mi piel.

«[El género] debemos borrarlo, hacerlo desaparecer para que la igualdad absoluta sea parte de nuestra sociedad»

Javier de la Blanca

 

H. ¿Qué opinas de la nueva escena creativa que se está generando en Madrid? ¿De qué manera te inspira toda la movida?

J  Es muy fuerte que Madrid sea un gran foco de revolución, y me siento muy orgulloso de haber podido vivir esa experiencia en primera persona. Yo no era muy consciente de la enorme visibilidad que tenía la gente de la ciudad hasta que estuve en otras ciudades como París o Berlín y descubrí que mucha gente me preguntaba: ¿qué está pasando en Madrid?

H. – Instagram es tu mayor plataforma de expresión artística, pero a la vez limita tu arte. ¿Cómo te afecta, y por qué crees que aún persiste la censura en pleno 2018?

J – La censura forma parte de la provocación y de la rebeldía, de crear y sentirte de alguna forma limitado porque la sociedad no llega a comprender el “por qué”, solo se enclaustra en ridículas normas que te obligan a seguir, sino te cierran la cuenta amordazando tu libertad de expresión.

Pero si no juegas en la fina línea de lo “prohibido”, no llegas a hacer que la gente piense, que se remueva por dentro. Y exactamente esa es mi mayor motivación cuando posteo.

H. – ¿Qué es para Javier de la Blanca la moda? ¿Qué papel juega el género aquí?

J  La moda es mi vía de expresión. Como para un pintor el óleo o las brochas. Pero siempre he creído que no hay que tomársela demasiado en serio, hay que saber reírse de uno mismo y poder jugar de una forma irónica y divertida.

En cambio el tema del género es algo mucho más serio para mi, ya que me considero un férreo feminista, y ser parte del activismo del género es una lucha muy importante para mi: debemos borrarlo, hacerlo desaparecer para que la igualdad absoluta sea parte de nuestra sociedad. Yo comencé a sentirme parte de esto cuando vestía prendas oficialmente “femeninas” y la gente me miraba, insultaba o no entendía.

H. – En tus imágenes / collages siempre hay una especie de ironía hacia la estética y lo normativo a través de los looks, la defomación, el envejecimiento, etc. ¿Qué quieres transmitir con todo ello?

J – Que veo muy ridícula la exposición de la perfección, belleza mainstream y toda la necesidad de exponer una realidad falsa innecesaria. Simplemente me río, me río primero de mi mismo, de lo que la gente espera de alguien con cierta visibilidad en redes. Creo que tomarse las cosas demasiado en serio es muy absurdo, me gusta verme feo, viejo, calvo o deforme. Me hace sentirme más yo que sonriendo detrás de la Torre Eiffel.

H. – Si tuvieses el poder de cambiar algún aspecto de la sociedad española, ¿qué sería?

J – Toda esa nueva generación que está creciendo por días, que tienen sentimientos de extrema derecha o hasta cierta adulación al fascismo de Franco. No se puede cambiar la mente de los ancianos que vivieron esa terrorífica etapa española, pero, ¿como puede haber chicos de 17 años que suben el brazo y cantan el Cara al Sol? Me da una vergüenza y una tristeza que no podría explicar ni con palabras.

H.  O te aman o te odian. ¿Cómo llevas eso?

J – Exactamente ese soy yo. Alguien de extremos. Así que con el tiempo he llegado a entender que esos sentimientos opuestos son los que cierta gente proyecta hacia mi.

H.  J. de la Blanca igual viste una prenda del Humana que un Gucci, pero ¿cuáles serían las que más te identifican ahora mismo?

J –  Mis amigos siempre me dicen que puedo ponerme cualquier cosa, y ahora creo que tienen toda la razón jaja. Muchas veces me he “pasado” con un look, o me he puesto prendas que no me quedaban muy bien. Pero como ya te he dicho, nunca me tomo la moda muy en serio, así que creo que me equivocaré mil veces más y con gusto.

H. – ¿Qué crees que podríamos extraer / aprender de Chromosome Residence? ¿Cuál es tu relación actual con la firma?

J Comencé a ayudar en la firma cuando tenía apenas 19 años y me ayudó mucho a aprender cómo funcionaba una marca desde dentro. Me dio mucha libertad y soporte para crear y ser yo mismo, y siento que hay una gran conexión entre sus prendas y contenido y mi forma de entender la moda.

Decidí dejar de trabajar en la marca para buscar mis propios caminos. Hoy por hoy tengo una buenísima relación con el diseñador y el equipo, y me siento muy orgulloso del trabajo de todos y de vez en cuando seguimos colaborando.

H. –  ¿Cuál ha sido el proyecto con el que más has vibrado como estilista, diseñador, modelo o performer?

J Según los últimos acontecimientos, mi viaje hace unos días a Paris para conocer a John Galliano y a todo el equipo de Maison Martin Margiela, sin duda alguna.

H. ¿Cómo te ves en 10 años? ¿En qué sueñas ser o hacer?

J – Es absolutamente imposible contestarte a esa pregunta. No se ni que haré mañana por la noche.

#mustfollow: @delablanca_

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