Ayer, Business of Fashion publicaba una entrevista con James Jebbia, fundador y diseñador de Supreme, en la que opinó sobre la polémica aparición de las tiendas falsas— pero legales.
Una de las claves del éxito del diseñador estadounidense ha sido su estrategia de negocio: pocas prendas para muchos compradores. En un modelo tradicional se haría al revés, la oferta satisfaría la demanda y así aumentaría sus ventas. No obstante, la escasez de los productos de Supreme supone que si alguien no ha conseguido una prenda se sienta apartado del nicho exclusivo que sí lo ha hecho.
Pero, últimamente, este modelo se ha visto afectado. Este dolor de cabeza de Supreme tiene un nombre concreto: Supreme Italia — que también lleva Supreme Spain. Todo este lío de nombres tiene que ver con el registro de marcas de cada país. Supreme no está inscrita en ninguno de estos dos países por lo que la marca original no está protegida de las imitaciones. Esto ha provocado que, aunque los productos de Supreme Italia y Supreme Spain sean falsos, son técnicamente legales.
“Creo que ninguna otra marca ha tenido que lidiar con este problema como lo hemos hecho nosotros” declaraba James Jebbia. Lo realmente sorprendente es el desconocimiento del público en general que no saben que Supreme solo se vende en las tiendas Supreme (en Nueva York, Los Angeles, Paris, Londres, Tokio, Osaka, Nagoya y Fukuoka). Pero los clientes no han sido los únicos que han caído en la trampa. Supreme Italia también engañó a Samsung China haciéndose pasar por Supreme original. La colaboración prevista se canceló unos días más tarde, cuando la prensa dio la voz de alarma.
Con respecto a este caso de posible colaboración, el fundador de Supreme quiso remarcar el poder que estas marcas falsas poseen y que son capaces de casi cualquier cosa que se propongan: “Supreme Italia pudo incluso convencer de que era real a una de las empresas más grandes del mundo”.
“El concepto de los legal fake es una farsa. Sería muy triste si está nueva generación pensase que hacer eso está bien. No solemos salir en la prensa hablando, preferimos estar callados, pero esos chavales se están aprovechando de eso”
Sin embargo, el beneficio que los dos negocios están obteniendo a costa del trabajo de Supreme podría acabarse antes de lo que pensamos. Tanto Jebbia como el abogado de Supreme, Darci J. Bailey, están manos a la obra. Ahora mismo, están inscribiendo a Supreme en los registros de todo el mundo, han hecho ya más de 350 solicitudes. El diseñador ha querido dejar claro que están haciendo todo lo que pueden para detener la legalidad de las falsificaciones y que, por otra parte, siguen trabajando como siempre para crear nuevos productos. “Lo que tenemos que hacer es seguir adelante”.
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