Hazte premium, solo 1€ al mes

¿Por qué seguimos romantizando “Lolita” 25 años después?

La adaptación cinematográfica de la novela de Vladimir Nabokov cumple 25 años e internet parece seguir sin comprender esta controvertida película.

¿Por qué seguimos romantizando “Lolita” 25 años después?

Las nuevas generaciones están reavivando una llama que nunca pareció apagarse del todo. De hecho, este clásico de culto parece estar ahora sumergido en una especie de corriente viral abanderada por infinidad de adolescentes que probablemente sólo hayan consumido «Lolita» a través de clips de cinco segundos. Usuarios crónicos que trasladan todo su imaginario visual e insertan sus diálogos en un sinfín de vídeos recopilatorios en TikTok.

La versión cinematográfica de “Lolita”, dirigida por Adrian Lyne, cumple este año un cuarto de siglo. Una pieza audiovisual que trasladó la historia de Dolores Haze (Lolita) a la pantalla a través de escenas de amor obsesivo protagonizadas por el inquilino adulto de su madre Humbert Humbert. Ahora, 25 años después, la película sigue malinterpretándose como cuando se estrenó. Tanto ese filme en sí, como la adaptación más reciente de la película realizada por Stanley Kubrick en 1962, más centrada en el doble sentido que en el erotismo puro.

A día de hoy, todo ese lenguaje visual y esa narrativa siguen perdurando en la red: desde las gafas de sol con forma de corazón hasta la terminología de Humbert y sus actitudes suspendidas en la pedofilia con las que justifica su atracción por una menor. De hecho, existen cuentas creadas con el nombre del personaje que editan su relación, recreando el característico peinado y maquillaje de la película, así como todas esas actitudes de inocencia perdida a una edad temprana.

LA PROYECCIÓN DE LA ESTÉTICA «NYMPHET»

Dentro de esta tendencia desconcertante, el mundo estético y/o la moda de ninfa se posiciona en el núcleo como una síntesis de los dos ideales de feminidad o etapas de la vida: la niñez o la inocencia y la madurez sexual. En ella, lo infantil y lo hiper-femenino se convierten en la inspiración de moodboards rosas y rojos de mediados de siglo, entre caramelos, fresas o faldas de tenis preppy combinadas con trencitas.

Ese romance difuso y distorsionado virtualmente continuó romantizándose en los feeds de los usuarios adolescentes de Tumblr, llegándose incluso a vincular a la cultura pro-ana, que proliferó en esta aplicación en base al arquetipo de Lolita: blanca, “débil” y delgada. Toda una especie de adoración tétrica y sombría que emprendió el éxodo digital a TikTok por parte de un nuevo público que hizo resurgir la estética y la identidad de la película. Ahora, una nueva generación de ninfas prospera en la plataforma, pero bajo el nombre de «coquettes» que toman prestado el mismo lenguaje estético de la ninfa y, por lo tanto, de Lolita.

Al fin y al cabo, el lenguaje prescriptivo de tropos y géneros de TikTok como “female rage”, y su formato fugaz, están diseñados para que nuestra capacidad de atención sea asimismo volátil, y que únicamente podamos captar la belleza del clip, la superficie visual y no sus significados ocultos. El problema que subyace es entonces la velocidad a la que se difunde la información en TikTok, y la extracción de escenas de películas como Lolita de su contexto original. Se producen así idealizaciones colectivas de conceptos equívocos y desconcertantes por parte de toda una generación de nativos online que sustituyen ahora las ninfas por las «coquetas» para insertar ese nuevo arquetipo en un ciclo de tendencias en el que todo se diluye; en un lugar en el que todo nace y acaba muriendo.

Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram

Podría interesarte…

© 2024 HIGHXTAR. Todos los derechos reservados.