Seguro que alguna vez has oído hablar de las cremas con veneno de abeja. Desde que Gwyneth Paltrow o Kate Middleton desvelaran que es uno de sus trucos de belleza, la fama de este ingrediente no ha dejado de crecer.
El veneno de abeja no es precisamente un elemento novedoso, ya que se utilizaba hace miles de años en la Antigua Grecia y en China como un remedio medicinal natural. Y es que cuenta con una sustancia antiinflamatoria, llamada melitina, cuya función principal es la de suavizar visiblemente las arrugas, las líneas de expresión e incluso las marcas de acné.
Como ingrediente cosmético actúa sobre las líneas de expresión y las arrugas para reafirmar y rejuvenecer así la piel. Lo que hace realmente este ingrediente mágico es aumentar la circulación sanguínea y estirar la piel, esto se suma a que estimula la producción de colágeno y elastina natural. La piel se ve mucho más firme y con volumen, haciendo así que las pequeñas arrugas desaparezcan.
Aunque puede ser utilizado para tratar diferentes aspectos de la piel, este veneno es muy conocido como ‘botox natural’, ya que su efecto en la piel podría parecerse al que produce la toxina botulínica cuando se inyecta en la piel. Y es que tiene también función paralizadora que trabaja como un relajante muscular, reduciendo las arrugas de expresión que aparecen en el rostro.
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