Es el momento de abordar el desfile de Dior en la semana de la moda de Paris y no sabría muy bien por dónde empezar. Hay varios temas evidentes: el feminismo, la propuesta y el compromiso de la firma con la causa. Maria Grazia Chiuri sabe exactamente lo que hace y a dónde quiere llegar, pero ¿y nosotros? ¿sabemos hacia dónde nos quieren llevar? En el show de la casa francesa se ha gritado muy alto el mensaje que, a toda costa quería enviarse. No se ha dejado tiempo ni para la compresión, ni la asimilación.
Durante este mes de la moda el empoderamiento de la mujer y el reclamo de la igualdad ha estado muy presente sobre las pasarelas. Las comparaciones pueden ser odiosas, pero son realmente necesarias. Recientemente, Miuccia Prada también abogó por la causa en su último desfile y lo hizo sin necesidad de luces hipnotizantes ni eslóganes superficiales. Prada dejó que los diseños hablasen por sí mismos.
Por el contrario, Dior ha querido introducir a la fuerza el feminismo a través de carteles luminosos y un suelo cubierto de periódicos, obra de la artista y activista Claire Fontaine (@readymadeartist). Además, Jenny Hval autora de la canción que acompañó el desfile con título “High Alice”, tiene connotaciones a favor de la causa. Pero, aunque sea tan necesario dar cabida y voz a este tema no deja de ser un desfile de moda y la incitación al consumo es viable, ¿se juega con el tirón del feminismo para incrementar las ventas?
Los diseños de Chiuri no han logrado transmitir nada de lo que se respiraba en el show. Una propuesta vacía, aunque visualmente interesante. Se podía leer una camiseta con la frase “I say I”, pero Dior ya comercializó con una camiseta similar en 2017, “We should all be feminists”, quizá, ¿un fallo de originalidad? A pesar de ser looks atractivos todos los elementos no llegaban a fluir en su totalidad.
Con respecto a la oferta, la directora creativa ha ideado una colección muy fresca y actual para la temporada que viene. El color negro se postula como gran protagonista de las casas de moda. Los cuadros, en todas sus formas y los flecos tendrán un lugar preeminente en nuestro armario. El streetwear se ha desbordado y Dior también regresa a una estética más pensada y cuidada. Los detalles colegiales entre camisas, corbatas y faldas de cuadros, se combinaban con otros de estilo punk muy sofisticados.
El desfile ha tenido lugar en el Jardín des Tuileries situado entre la plaza de la Concordia y el Louvre. El museo y la casa comienzan una asociación de cinco años para financiar proyectos ecológicos, de paisajismo y reconstrucción de estos jardines públicos parisinos.
Maria Grazia Chiuri está haciendo un gran trabajo en la casa francesa, pero a veces menos, es más.
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