La colección FW2025 es un homenaje a los códigos más arquetípicos pero bajo una mirada subversiva que hace del contraste su leitmotiv.
Esta temporada se exploran las múltiples facetas del hombre contemporáneo: el urbano y el relajado, el cuidado y el desaliñado, fusionando estos mundos con una actitud sofisticada pero sin perder la esencia de la calle. El resultado es una revalorización de la estética Acne Studios, que continúa redefiniendo el vestir masculino.
Todo ello a través de una paleta que se mueve entre tonos clásicos y modernos. El azul marino, evocador de la sastrería más refinada, se combina con el gris asfalto, mientras que el marrón oscuro, óxido y burdeos nos remiten a la tradición de la moda masculina vintage. Los contrastes llegan con toques vibrantes de rojo, naranja y azul vaquero, marcando la impronta contemporánea de la firma. Los acabados desgastados en gris marga y un rosa suave evocan la ropa deportiva, equilibrando el todo con un aire relajado y de alta costura.
Las siluetas amplifican los contrastes de la masculinidad, con hombros exagerados y pantalones de cintura baja que dejan entrever la anatomía masculina. Las camisetas recortadas también se suman a este juego de proporciones. La sastrería se redefine con cortes que van desde lo más estructurado hasta lo fluido y relajado, recordando el power dressing de los años ochenta. Un nuevo modelo de jeans, el 2010, introduce una forma clásica bootcut, que aparece también en pantalones de cuero, mientras que las voluminosas chaquetas de piel de oveja y pelo largo añaden una capa de nostalgia glamurosa al conjunto.
Los clásicos tejidos masculinos se transforman con un enfoque contemporáneo: desde la franela de sastrería hasta la viscosa a rayas, pasando por una pana sobredimensionada que recuerda al streetwear de los noventa. La lana de cuadros, el bouclé y el mouliné se combinan con capas de lana merina y cachemira. Los tejidos evocados por la ropa deportiva vintage, como el popelín y el suave jersey de algodón, encuentran su lugar en el armario propuesto por Acne Studios. El denim, en su forma más pura, se mezcla con tratamientos experimentales: monogramas fil coupé, estampados trampantojo y acabados duros que recuerdan las raíces de la marca.
El mundo del deporte vintage se reinventa a través del eslogan ‘Pink Gym for Everyone’, un guiño al gymwear clásico con un toque de irreverencia. Los trampantojos continúan siendo una seña de identidad: un traje y corbata, ingenuamente dibujados a mano, se imprimen sobre un top de jersey. Otros elementos, como las corbatas retorcidas, transforman patrones tradicionales con una actitud moderna. Los cuadros escoceses y las rayas, que remiten a la ropa interior o al pijama, adquieren una nueva dimensión de confort y sofisticación.
El calzado se presenta como un campo de experimentación con la formalidad. El tradicional brogue se deconstruye y se adereza con tachuelas y punteras exageradas, o se convierte en una bota pesada que redefine el concepto de elegancia. Un nuevo mocasín, con la icónica placa de Acne Studios, surge en esta línea, mientras que las zapatillas bajas remiten a la estética de las bailarinas y las zapatillas de boxeo vintage.
Por último, los accesorios de la colección juegan con la dualidad de lo clásico y lo moderno. La cofia, inspirada en una gorra de vuelo vintage, se convierte en una pieza clave, mientras que los cinturones se adornan con placas de estilo occidental, aportando el toque rebelde definitivo. El nuevo bolso Camero, grande y de cuero repujado, ofrece una nueva versión del maletín tradicional, manteniendo la funcionalidad sin sacrificar el diseño.
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