Laura Abad (@listedobjects) // Marine Serre (@marineserre_official) creció en un pequeño pueblo francés, apasionada desde la infancia por el deporte -lo que dejará en ella una impronta visual que impregnará todos sus diseños- y con las tiendas de ropa vintage como conexión con el mundo de la moda.
Tras un accidente, sus aspiraciones deportivas se truncan y el reposo hace crecer en ella el interés por las artes. Mientras cursa sus estudios de moda realiza prácticas en Alexander McQueen, Maison Margiela, Dior y Balenciaga.
Finalmente se gradúa con honores en La Cambre Mode[s] y en junio de 2017, gracias a su colección de graduación A Radical Call For Love, es galardonada con el prestigioso premio LVMH. Esto sitúa a la joven diseñadora en el mapa internacional y le da la oportunidad de invertir en su marca homónima.
A Radical Call For Love
Tras lanzar una colección cápsula –Cornerstones– abandona Balenciaga para dedicarse en exclusiva a sus propios diseños y amplía su equipo de trabajo para producir su tercera colección, Manic Soul Machine (FW18), que será su debut oficial en la semana de la moda de París. La colección reafirma su maestría para crear híbridos de alto contraste, dura y sensible a la vez. Una propuesta sólida y madura -de una creadora muy joven-, con referencias y un mensaje que desciframos a través de los pilares de sus creaciones.
Manic Soul Machine FW18
Un sutil carácter sociopolítico
La inspiración inicial de su primera colección vino tras los ataques terroristas de Bruselas y París. El título, A Radical Call For Love, habla sobre el amor, que en palabras de Serre “es algo diferente a lo que creemos”. Una especie de ofrecimiento de paz. Los elementos reinterpretados como el niqab y los múltiples estampados de telas -algo que también vimos en el show de Vetements FW18, suponemos que fruto del año de trabajo junto a Demna Gvasalia- son ejemplo de referencias a la inclusión de la multiculturalidad.
La luna creciente
Un símbolo perteneciente al mundo islámico ocupa el lugar de un logo deportivo. Una provocación relacionada con el mensaje del que hablábamos. Pero la luna y sus fases representan también los ciclos -que están conectados con la mujer- y la datación de fechas; podemos comprobar que el paso del tiempo es una constante en el trabajo de la diseñadora. En su última colección, el satélite tiene aún más presencia, convirtiéndose en su seña de identidad.
Sportwear + ready to wear + tailorig + couture
Los límites entre estilos y técnicas se difuminan. La diseñadora reconoce que no se le da bien ilustrar y prefiere trabajar con sus manos, ahí radica su forma de abordar el patronaje, componiéndolo de formas y texturas con orígenes muy diferentes. El corte deportivo de las prendas –presente también en complementos como diademas, bolsos que son pelotas de gimnasia y guantes de motocross- contrasta con la silueta femenina de faldas y vestidos de origen europeo y árabe del siglo XIX. El futuro y las referencias históricas. La rotundidad de su gama de colores y el lujo delicado en los detalles.
“Futurewear”
Mientras la mayoría se pregunta hacia dónde se dirige la industria, Marine Serre responde con su última colección. Ella cree que una chaqueta hoy en día es una chaqueta útil, para la vida real. Y lo demuestra llenándola de bolsillos que sustituyen al bolso, creando una nueva idea de feminidad. La diseñadora pretende que la mujer a la que viste se sienta fuerte y preparada para la batalla sin tener que renunciar a la forma y el color.
El futuro también pasa por el reciclaje. Para crear sus diseños reutiliza telas usadas, dando lugar a piezas únicas cada vez. De su pasión por la moda vintage destaca la calidad en la construcción de la ropa, algo que no abunda en la actualidad. Con Manic Soul Machine, Marine reflexiona sobre sus últimos 6 meses de trabajo en la industria: “todos somos máquinas, ¿cierto? Espero conservar mi alma.”
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