Pressure: las infinitas caras del caos

En un mundo en aislamiento y con la tecnología como principal vínculo humano ve la luz Pressure: las infinitas caras del caos. El fashion film del director Ernest Desumbila se llevó a cabo por la productora barcelonesa Sauvage.TV (@sauvagetv). En él se presenta una distopía cyberpunk con presencia mitológica narrado en forma de poema.

Entre el caos de un mundo al borde del colapso, cinco jóvenes emprenderán un último viaje para reiniciar la civilización. Sacerdotisas cyberpunk pilotando exoesqueletos, olas devastadoras, monstruos mitológicos que convierten en piedra a todo aquel que los mira.

El cortometraje, ambientado en 2520, fue rodado hace un año y medio. Ernest Desumbila no podía imaginar en ese momento que su pieza conectaría de manera tan directa con la realidad actual.

En palabras de Desumbila:

“Históricamente las crisis han sido un punto de inflexión. Abren un portal entre un mundo que termina y otro que comienza. Por eso, aunque el tono del film pueda parecer desolador, también es grito de esperanza que invita a ser valiente frente a cualquier obstáculo, por muy duro que sea”.

La película combina con habilidad momentos épicos y escenas perturbadoras sin dejar de lado su faceta preciosista. Esto ha sido posible gracias a su ecléctica mezcla de influencias y a la diversidad de los talentos implicados.

Una de las inspiraciones estéticas de Ernest fue la marca parisina de ropa Pressure, cuyo creador Théodoros Gennistakis es el responsable del diseño de vestuario del film. El poema que vertebra la pieza es obra del productor musical sueco Stefan Storm. El apartado de la fotografía, por otro lado, corrió a cuenta del joven Jan David Gunther, un enamorado del celuloide. La banda sonora es la obra maestra del compositor francés Saint Preux, Concerto pour une voix. La canción, publicada en 1969, vendió más de 15 millones de copias y fue galardonada con un Disco de Oro y el premio de la Academia Japonesa a la mejor banda sonora original. Dicho esto, a continuación…