Nadie podría esperar que el nuevo espectáculo de Rick Owens fuese algo normal y discreto. Por ello, este tampoco lo fue.
La idea de Rick Owens era clara: el Glamour pero desde una perspectiva que funciona como respuesta al horrible estado actual del mundo. Después de varias colecciones muy iguales, esta vez nos sorprendió con una propuesta original y diferente.
Es una temporada fuerte en sastrería y Owens se centró en piezas arquitectónicas limpias, en las que los hombros redondeados y exagerados en chaquetas y abrigos llamaron nuestra atención. La fuerza de esa silueta contrastaba con la suavidad de los vestidos drapeados y swagged que envolvían el cuerpo y que a su vez se combinaban con botas de plataforma realmente altas (clara referencia a KISS y a la inspiración que ha tomado de Larry LeGaspi [creador de sus icónicos trajes]).
Aparte de la extraña prótesis facial y la apariencia alienígena de los modelos – responsabilidad del conocido Salvia -, la colección fue bastante correcta y destinada a un público mucho más amplio de lo habitual. Como ya sabéis, Rick Owens no es un diseñador que tengas que entender a la perfección para poder apreciarlo y celebrarlo.
Rick Owens FW19
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