Shorts con botas: la expansión silenciosa del estilismo

La cronología del estilo ha pasado por varias subculturas y comunidades a través del tiempo: desde la queer, punk, hasta formar parte de la estética clubber o cargarse de connotaciones y/o trasfondos de rebeldía, erotismo o auto-liberación. Pero ha sido ahora cuando el estilismo se ha elevado a la pasarela, emergiendo de manera canónica por parte de los outsiders o archivistas de la moda.

En este sentido, la combinación entre shorts y botas no se trata de algo novedoso. Su origen y uso se remonta a la esfera militar como el uniforme de los soldados de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Aunque el verdadero pionero de este estilo fueron los cowboys en el Oeste, con personalidades como el general inglés Robert Baden Powell, cuya contribución más célebre a la cultura actual fue la invención de los Boy Scouts y su uniforme, que incluía pantalones cortos y botines.

LA DIFUSIÓN DEL ESTILISMO

Sin embargo, en la historia y los archivos de la moda femenina esta combinación ha sido algo relativamente normal a partir de estilismos conformados por botas de tacón y faldas o pantalones cortos, de los que ahora se extiende su longitud hasta la altura de la rodilla a través de pantalones cargo o utilitarios. Aún así, toda esta influencia estética no ha sido igual en el universo menswear, que bebe ahora de todas esas referencias del pasado a través de una profunda difusión actual que podría deberse, en parte, a la explosión de la estética clubbing o del mundo raver post-pandémica. Una corriente anárquica en la que el mundo queer tranforma objetos en fetichismos, que posteriormente se replican por parte de la generación Z para desembocar en el ciclo de tendencias.

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En medio de este paradigma emergente, la proliferación de este look baila arrítmicamente entre el éxito y el fracaso, dependiendo de la elección tanto del pantalón como de la bota en cuestión, entre opciones como botas de combate, chelsea o vaqueras. Un experimento en torno al acto de vestir sobre el que infinidad de firmas están experimentando, lanzado propuestas subversivas que versionan la altura y la distancia entre ambos elementos. Una exploración que han llevado a cabo toda una sucesión de marcas como Rhude, Rick Owens, Givenchy o Acne Studios para las temporadas FW23 o SS23, acabando de asentar la tendencia que acabará definiendo los códigos estilísticos de este verano.