Hablamos w/ Cruz Cafuné

Los sonidos de Cruz Cafuné resonaron desde la subcultura de la escena terifeña hasta erigirse en la cultura pop. Ahora ya observa el panorama desde arriba en las listas de éxitos. Sus letras se convierten en el fruto de la exploración del alma, moviéndose en un círculo emocional entre dolor y gloria.

El cantante tuvo sus inicios en el colectivo canario Broke Niños Make Presos (BNMP), hasta independizarse creativamente y sembrar su camino en solitario en 2018 con “Maracucho Bueno Muere Chiquito”. Eso sí, siempre de la mano de la familia que ha construido en las islas, y de diferentes artistas con los que ha colaborado como Dano, Israel B, Alba Reche o Delaossa del otro lado del océano.

A día de hoy, nos sirve un menú vibrante en el que encontrar desde temas más puretas del rap hasta tracks influenciados por ritmos latinos, electrónicos o R&B. Su último EP “Visión Tunel”, presentado en streaming hace unas horas, sólo nos acaba de confirmar lo que ya sabíamos: Carlos Bruña (@cruzcafune) es ya una religión para la industria musical. Hablamos con él.

Higxtar (H) – Con 14 años empezabas a experimentar con el rap. ¿Con qué referentes has ido creciendo y construyendo tu identidad? ¿Qué podemos ver de elles en tus temas actuales?

Cruz (C) – He pasado por etapas distintas mientras crecía y en cada una me obsesionaba una cosa, una escena, un sonido o un grupo de artistas, pero gracias a los artistas canarios que allanaron el terreno cuando yo era pibito es gracias a lo que puedo dedicarme a esto.

En «Visión Túnel» menciono a cuatro de los que más me inspiraron pero la lista es muy larga -shout out M. Padrón por dejarnos a Choclock y a mi entrar en su estudio con 17 años- y sin los esfuerzos que hicieron ellos para que el rap insular fuera más conocido más allá de las islas nosotros no existiríamos. Okay, es cierto que en cuanto a sonido ahora hago algo muy distinto, pero mi identidad depende en gran parte del trabajo que hicieron ese grupo de personas.

H – Vemos como a lo largo de tu carrera, tu música evoluciona desde un rap más old school a uno influenciado por el boom de los sonidos latinos, R&B y electrónicos. Como visionario del panorama nacional, ¿hacia dónde crees que se dirige la música de la era post-reggaeton?

C – El reggaeton/trap/drill/rnb va a seguir un tiempo todavía, pero parece que están volviendo las guitarritas eléctricas y las baterías reales. El punk-rock nunca me ha hecho especial gracia pero está crema que haya variedad de propuestas.

H – En tus tracks haces infinitos guiños a las canarias y sus artistas. ¿Cómo ha evolucionado la escena urbana en las islas desde tus inicios con BNMP? ¿Sientes que ha cambiado para siempre el status del rap?

C – Siempre ha habido mucha gente haciendo cosas, pero ahora La Cultura está más activa que nunca: no sólo hay artistas nuevos sino que hay nuevos profesionales de diferentes sectores relacionados con la música, aunque aún de manera tímida. Cuando BNMP empezó también estaban Maikel y Bejo remando para la misma, y aunque los artistas emergentes sean cada uno de su padre y de su madre puedo sentir como todos los proyectos comparten el sentimiento de hacer algo profesional, de contar con un equipo de trabajo, de saber delegar y de confianza en sus habilidades, herramientas e identidad.

Si yo no logro llegar al nivel que me gustaría sé que mi quinta ha inspirado al pibe que va a tener 25 años dentro de 7, que está tranquilito haciendo scroll leyendo esto y que va a ser mejor que todos nosotros cuando llegue el momento.

H – ¿Nos llega realmente el talento de las canarias? ¿Crees que a día de hoy se ha eliminado ese gap cultural y artístico con la movida que se hace desde la península?

C – La gente mira cada vez más hacia nosotros y descubre proyectos de calidad. Puedes decir de nosotros y criticarnos lo que quieras, pero nunca podrás dudar de la calidad de las cosas que salen. Cada vez que estoy en Madrid me preguntan «¿qué está pasando en Canarias?», y me encojo de hombros. Dime tú.

Obviamente el gap existe y donde se nota es en la difusión. En el boca a boca, en estar en las reuniones, en las fiestas, en conocer a las marcas. Es un juego que a nadie le hace gracia pero las reglas son así.

H – Desde colaborar con adidas a hacer un merch con Goodies. ¿Qué significado tiene para ti la moda? ¿Cuál es la firma que mejor representa a Cruzzi?

C – No recuerdo quién dijo que todos tenemos un diseñador de moda dentro, porque está prohibido ir desnudo por la calle. A la hora de elegir cómo mostrarte a los demás y cómo quieres ser percibido por ellos hacemos decisiones aunque creamos que no. Últimamente estoy muy friki de las piezas de archivo gracias a Karpa, mi consultant, pero ahora mismo en el punto de mi vida en el que estoy me da igual cómo presentarme a los demás.

Ya no quiero ir guapo, quiero ir cómodo y calentito. adidas y Stoney todo el rato, como un puto hooligan antifa. Y si llueve me pongo la ACRONYM, no hay problema. Dentro de 6 meses será otra cosa, porque me conozco, pero ya paso de vivir para vestir, quiero vestir para vivir. Estar cómodo hermano.

H – ¿Cuándo sientes que alcanzaste el clímax en tu carrera musical? ¿En qué momento has estado en la cima tanto emocional como artísticamente?

C – Yo siento que aún no estoy en mi prime. «Visión Túnel» sólo es un EP, y «Moonlight922» una mixtape, ya estoy pensando en el disco, qué quiero contar y cómo hacerlo. Y cuando lo haga, aprenderé cosas por el camino y pensaré «el siguiente proyecto SÍ va a ser la crema». Creo que si creces como persona y mejoras un poco día a día todos los días es un poco naive decir de uno mismo «estoy en la cima de mi carrera profesional y nunca voy a estar mejor que ahora emocionalmente». Se me da mal ser así de categórico, siempre estoy dando bandazos.

H – Este año tuvisteis que cancelar el tour de Moonlight922, un álbum en mood sentimental que lanzabas a principios de año. ¿Crees que todos esos temas de desamor, de querer encontrarse a uno mismo, adelantaban el sentimiento global del 2020? ¿Cómo te ha afectado el no poder hacer llegar físicamente tus nuevos temas al público?

C – Me ha venido de lujo, estaba muy creativo en ese momento y el parón de la cuarentena me vino genial para seguir haciendo música. No soy de esa gente que dice «ooh mi público, si no les transmito en directo el sentimiento real de este track se va a perder significado» o rollos de esos. Me parece un poco fantasmada. Yo soy un recording artist, y las canciones son pequeños momentos de mi vida y de mi cabeza, los escribo, los grabo y cuando los saco ya no son míos. Ahí acaba todo.

Me da más pena por la fiesta que son los conciertos, pero así mejor, cuando volvamos voy a tener un set de slappers increíble. Va a ser la crema.

H – Featurings como el que llevaste a cabo con Don Patricio o temas como ‘Mi Casa’ se han posicionado en la cumbre de las listas de éxitos. ¿Cuánto te sientes identificado con esos hits que después de un tiempo ‘desaparecen’ del mapa, y cuánto con otros como ‘Maracucho Bueno Muere Chiquito’? ¿Con quién soñarías hacer la siguiente colab? no hay límites.

C – 0. Es decir, no reniego de esas canciones, pero me gustaría que las conocidas fueran otras, sinceramente. Canciones que signifiquen algo más para mi o que simplemente se adecúen un poco más al grueso de la música que me gusta hacer.

H – Para acabar, hemos visto que Choclock y tu estáis formando diferentes colectivos en la isla. ¿Podrías adelantarnos un poco en qué va a consistir el proyecto?

C – No sé muy bien a qué te refieres, pero supongo que lo dices por lo de 922-928. Son los prefijos telefónicos de las islas, los usamos para representar a nuestra zona. Es algo que se lleva haciendo tiempo en el rap, no lo inventamos nosotros, pero parece que la gente ha identificado los números como una marca nuestra, cuando en realidad es que llamamos así a las islas. De las ocho pa’ las ocho.

Pero sí, nos juntamos y hacemos música con distintas personas. Hace un tiempo decía que quería hacer de Canarias el nuevo Puerto Rico en cuanto a nido de jóvenes creativos, que fuéramos un referente. Es complicado hacerlo por las limitaciones socioeconómicas que tenemos, pero lo que sí podemos hacer es crear comunidad y ayudarnos entre nosotros. Cuando en la intro del EP digo «voy a hacer un tema con todo el canario que curre y que curre en el come up» es totalmente cierto, y sé que el sentimiento es compartido por el resto de pibes.

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CRÉDITOS

Fotografía: Ginés Díaz / Studio Bruma